Un kamikaze de Vigo afronta más de 7 años de cárcel por embestir contra un coche patrulla en la A-55

e. v. pita VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Imagen de archivo de los juzgados de Vigo
Imagen de archivo de los juzgados de Vigo Xoán Carlos Gil

Circulaba en sentido contrario a 140 km/h. por la autovía Vigo-O Porriño y luego lesionó  a dos agentes que le cortaban el paso

19 ene 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

La Fiscalía pide 7 años y 3 meses de cárcel ara un conductor kamikaze ebrio que, tras una persecución por Vigo a 140 km./h., lesionó a dos agentes de la Guardia Civil que le querían cortar el paso en la A-55 en la madrugada del 14 de agosto del 2019. Embistió contra el coche patrulla. El juicio se celebrará el jueves, día 21, en el Juzgado de lo Penal número 1 de Vigo. El implicado afronta el pago de 17.686 euros de indemnización a los agentes lesionados.

Una agente sufrió un esguince cervical y estuvo 164 días impedido. El otro sufrió un esguince lumbar y tardó 94 días en curar.

La Fiscalía pide un año y 9 meses de cárcel por un delito de conducción temeraria, cuatro años y cuatro meses por atentado con medio peligroso y haciendo uso de vehículo a motor en concurso con dos delitos de lesiones, 9 meses de prisión por negarse a hacer la prueba de alcoholemia y cinco meses de prisión por un delito de conducción etílica. También propone 9 años y medio de privación del carné y la pérdida de la vigencia de su permiso.

El fiscal pide que pague 6.490 euros a un agente lesionado y 9.840 euros a otro. Dado que también dañó la carrocería del coche patrulla, tendrá que abonar 1.356 euros.

La persecución comenzó a las 2.50 horas por la avenida de Madrid. El conductor de un Renault Clio empezó a saltarse semáforos en rojo, esquivó a varios vehículos, huyó a gran velocidad hacia O Meixoeiro, se reincorporó a la salida de O Porriño a 140 km./h. y volvió a la autovía de Vigo pero ocupando un carril prohibido. Una vez en la A-55, embistió a un coche patrulla de la Guardia Civil que le cortaba el paso. Siguió su huida pero otra dotación policial le cortaba el paso y acabó aprisionado entre un muro y un talud. Al ser detenido, presentaba síntomas de embriaguez pero se negó a hacer el test de alcoholemia.