Vigo-Ourense en tren: del ayer al mañana con decisión

xosé carlos fernández

VIGO CIUDAD

Óscar Vázquez

18 dic 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Por enésima vez, la línea férrea del Miño, cortada por un desprendimiento, obligó a desviar los tráficos de larga distancia entre Vigo y Madrid, Cataluña y el País Vasco a través del Eje Atlántico y Santiago a Ourense. Es favorable para los viajeros, pues el tiempo del viaje por esta ruta, pese a los 174 kilómetros que implica hasta Ourense, es similar, pues los trenes usan líneas nuevas y vía doble, circulando con mayor velocidad, seguridad y confort.

La línea electrificada entre Vigo y Ourense por el Miño es una infraestructura obsoleta. Tras 140 años de uso, su longitud es desmesurada: 132 kilómetros frente 100 por autovía. Ello se debió al cicatero presupuesto de construcción. La compañía concesionaria-constructora eligió una ruta más larga y barata, evitando túneles y puentes, ciñéndose a las laderas serpenteantes de las riberas del río. El trazado colgante, unido a la geología degradada en algunos casos y la deficiente calidad de terraplenes y desmontes, contribuyen al inasumible estado de la línea.

Por este motivo, la empresa Renfe-Operadora debe ofrecer al sur de la provincia (Pontevedra y Vigo) servicios Alvia hacia Madrid, Cataluña o País Vasco, vía Santiago, o por el baipás de Conxo, que aseguren la realización de los viajes en condiciones seguras y confortables y en tiempos tan o más competitivos que por el Miño. Mientras, Vigo debe seguir luchando por su verdadera línea directa de alta velocidad que la sitúe a 87 kilómetros de Ourense, como Santiago, permitiendo tiempos de 25 minutos, lo que se conseguirá unificando la salida sur hasta O Porriño, y continuando en dirección este hasta Ourense.

Las mercancías de los puertos de Vigo y Marín disponen de un itinerario similar vía eje atlántico, baipás de Conxo y línea convencional Santiago-Ourense exclusiva para mercantes. No obstante, la menor distancia, los eventuales tráficos hacia Portugal, el acceso ferroviario a la Plisan y la conveniencia de mantener servicios de media distancia a las comarcas de O Condado (Salvaterra), Paradanta (Arbo) y O Ribeiro (Ribadavia) aconsejan mantener la vía del Miño, entre Guillarei y Ourense.

Esta línea es el inicio de la conexión de Galicia con el Corredor Atlántico de mercancías, y ya están previstas mejoras en sus instalaciones de control y seguridad. Pero solo serán parches si no se afronta el verdadero problema: la infraestructura. Para solucionar de modo definitivo los defectos inadmisibles de la construcción original, debe exigirse a ADIF un plan de choque determinante: ampliando plataforma donde sea factible, rectificaciones de trazado, tendido de taludes, reconstrucción de terraplenes, ampliación de gálibo y refuerzo de túneles; sustitución de viaductos y mejora general de los drenajes.

Ya en Ourense, Venta de Baños se halla a igual distancia por León que por Zamora, lo que aconseja replantearse utilizar la vía directa a Medina inaugurada en 1957, con trazado moderno y pendientes suaves, que permite velocidades de 120 km/h, túneles y viaductos para doble vía, sin pasos a nivel y quedará libre de trenes de viajeros, como eje principal de acceso de las mercancías a Galicia. Se encuentra en perfectas condiciones acreditado por el uso de 12 Alvias diarios desde el 2015. La línea Ourense-Monforte-León está igualmente obsoleta y tiene los mismos defectos de diseño y construcción que la del Miño, limitando la velocidad a 80 km/h. Exige unos 1.000 millones para su mínima rehabilitación, con pendientes imposibles para los trenes de 750 metros y el uso compartido con los trenes de viajeros, condena al tráfico de los trenes de mercancías a unos mayores costes y a la irregularidad.

* Xosé Carlos Fernández es ingeniero técnico de obras públicas.