Los mercadillos de Vigo, los que mejor funcionan y más seguros, según el colectivo de vendedores

María Jesús Fuente Decimavilla
maría j. fuente VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Oscar Vázquez

El de San Cosme tiene policías locales de dos concellos, Guardia Civil y vigilantes propios. El de Coia está valorado con 8,3 puntos

03 dic 2020 . Actualizado a las 10:01 h.

La unanimidad es total entre los vendedores ambulantes: los mercadillos de Vigo son los que mejor funcionan y más control tienen de las medidas anticovid. Lo aseguran las asociaciones que los agrupan y los propios comerciantes a pie de puesto. «Son los más seguros de toda Galicia», apunta Begoña Martínez, presidenta de la Asociación de Mercaderes Ambulantes de Vigo y Comarca.

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El más controlado es, sin duda, el del alto de San Cosme debido a sus peculiares características al asentarse entre los términos municipales de Vigo y Mos. Este último Concello se encarga de la licencia y la organización, mientras que Vigo pone las normas, como en los otros dos mercadillos de la ciudad, y cede los terrenos. El alquiler se abona a la comunidad de montes de Zamáns.

De la seguridad se encargan las policías locales de ambos concellos, a las que se suman agentes de la Guardia Civil y los vigilantes del propio mercadillo. La recaudación por la instalación de los puestos va a parar a la asociación vecinal y cultural Celado para la creación de un centro cultural.

«Cumplimos las normas a rajatabla y si hay alguien que se despista un poco, están los vigilantes para recordárselo», comenta Evaristo Ucha, presidente de la asociación de vecinos Celado, encargada de la gestión del mercadillo. A la vista estaba el domingo pasado que la gente seguía las indicaciones expuestas en un cartel de la entrada: mascarilla, distancia y seguimiento de las flechas, a lo que se sumaba la desinfección previa y la ventaja de la situación en pleno monte.

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Otra muestra del buen hacer de los mercadillos vigueses es la nota de 8,3 que recibe el de Coia en la web mercadillosemanal.com, la más alta de todos los del área metropolitana. Ayer mismo se podía comprobar el cumplimiento de las medidas de seguridad. En Bouzas, el único problema que tienen es de espacio.

Begoña Martínez asegura que no hace más que trasladar el sentir mayoritario del colectivo sobre el buen hacer de Vigo y destaca la implicación de los responsables municipales en este ámbito. «La mayoría de los concellos no quieren poner controladores, ni seguridad privada porque requiere trabajo. En Vigo se han puesto los medios y se han preocupado de que se aplicaran las medidas de seguridad correctas. Es un logro que esté regulado todo el tema de los mercadillos, porque si no, nos denigra», explica la presidenta. Está convencida de que en la actualidad cumplen una labor social y sirven de terapia al acudir la gente a ellos a tomar el aire y charlar.

«Están quedando los vendedores más fuertes, los que mejor tratan al público, no los de mejor mercancía ni los que se están siempre quejando», indica.

Para Margarita González, presidenta de la Asociación Gallega de los Vendedores Ambulantes, los mercadillos de Vigo funcionan muy bien, según lo que le traslada el sector, que también tiene buenas palabras para los de Pontevedra y Tui. El problema, dice, es el descenso de las ventas en un 80 %, pese a la seguridad que ofrecen al tratarse de puestos al aire libre.

«No acude más gente debido a los cierres perimetrales, nos morimos de asco, es vergonzoso. Pedimos la eliminación de tasas, pero no nos hacen caso, y también reclamamos cierres perimetrales más amplios que permitan algo de movilidad. Parece que tuviéramos la peste; tienen que mirar más hacia otro lado, no sé lo que podremos aguantar de seguir así, se avecinan unas Navidades negras», comenta la responsable gallega.