El juez valida que pierda su despacho en el Concello un sindicalista liberado

alejandro martínez VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

M.MORALEJO

El funcionario quería seguir trabajando en su oficina, pero se la vaciaron

17 nov 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Un asesor jurídico del Concello de Vigo fue designado el año pasado como liberado sindical y, días después, entró en su despacho y vio que se lo habían vaciado. El jefe de seguridad municipal ordenó, como se dice vulgarmente, hacer la cama al sindicalista. Fue una funcionaria a regañadientes la que tuvo que ejecutar la orden y retirar todas las pertenencias de su compañero, aunque al principio se negó a hacerlo. El trabajador se sintió ultrajado y presentó una denuncia en el juzgado. Sin embargo, el juez del Contencioso Administrativo número 2 de Vigo no le ha dado la razón en una reciente sentencia.

El magistrado se pone en su lugar, para concluir que «si a este humilde servidor público mañana le cambian de destino, hoy mismo y sin esperar a mañana, retira su único efecto que pudiera considerarse personal, como es la toga y me la llevo a casa, sin esperar a que nadie me diga nada», expresa en el fallo.

El funcionario presentó la demanda judicial porque quería recuperar la oficina para seguir trabajando allí. Una funcionaria dijo en el juicio que no hizo la mudanza después de ser elegido liberado sindical porque su intención era seguir yendo al despacho y continuar con la que era su labor de asesoramiento y facilitar la transición a un sustituto, poniéndole en antecedentes de forma progresiva. Sin embargo, el magistrado considera «inadmisible» esta pretensión y, si no se atendieron sus sugerencias de orientar a un sustituto, «no convierte en ilegal la decisión». Además, los expedientes que podrían estar en su posesión no podían quedar parados mientras durase su trabajo sindical a tiempo completo.

La defensa del Concello reconoció durante el juicio que tal vez la actitud sin avisar del jefe de seguridad del Concello no fue la más correcta y que «podría haber sido más elegante, más cordial, pero jurídicamente no tiene ningún reproche». De hecho, una concejala del gobierno tuvo que pedir disculpas al funcionario por lo que había pasado.

El juez expresa en la sentencia que el funcionario tuvo tiempo de sobra para coger sus cosas y marcharse y que las organizaciones sindicales cuentan con espacios propios reconocidos para desarrollar su trabajo. No ve acreditado que haya habido hostigamiento, represalia sindical ni ninguna otra violación de sus derechos. «Si el recurrente ha visto menoscabada su intimidad personal y su dignidad como persona humana, está sobredimensionado el alcance del contenido esencial de estos derechos», dice en la sentencia.