La marca de Vigo que empodera a las mujeres se lanza a la conquista de Francia

Begoña Rodríguez Sotelino
begoña r. sotelino VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

XOAN CARLOS GIL

Mónica Conde hipotecó su casa para fundar Animosa, que ya tiene en España 500 puntos de venta en tiendas de papelería y moda

14 nov 2020 . Actualizado a las 00:05 h.

Figuras como la de la bandolera gallega Pepa a Loba, la zoóloga Dian Fossey o la escritora Emilia Pardo Bazán viajan en las mochilas y libretas de las niñas y niños del siglo XXI gracias a la iniciativa de una empresa viguesa empeñada en desterrar de las carpetas a las princesa Disney. Mónica Conde (Vigo, 1976) está segura de que heredó el espíritu combativo y luchador de su abuela, «que era peixeira en la plaza de O Calvario», cuando era aún más duro que serlo ahora, porque el pescado lo «carretaban» también ellas, de la lonja al mercado.

Casi un siglo después de todo aquello, su nieta despacha empoderamiento femenino en la bolsa de la compra, tanto en la física, -tienen ya 500 puntos de venta por toda España-, como en la cesta virtual de su tienda online.

Como recuerda su fundadora, la idea le rondó hace seis años, cuando iba a nacer su sobrina «y no encontraba ningún artículo chulo para ella, solo muñecas ñoñas, ningún juguete para empoderarse. Y pensé que me encantaría poder comprarle una muñeca que recordase a grandes mujeres de la historia». Ahí empezó a darle vueltas a un proyecto que fue mucho más lejos: «Me di cuenta de que había un nicho de mercado, no solo para niñas sino para adultas, que ahora es buena parte del público objetivo de Animosa, mujeres de 30 a 65 años», explica.

Conde asegura que tenía «un trabajo muy cómodo con un buen sueldo, pero lo dejé, me lie la manta a la cabeza e hice un plan de empresa, hipotequé mi casa, rehipotequé la de mi hermana y arrancamos con nuestra sede en Vigo», relata. Su primer catálogo era muy sencillo, «empezamos solo con libretas, tazas y unas camisetas, todo ello ilustrado con cuatro personajes femeninos diferentes: Marie Curie, Frida Khalo, Pepa a Loba y Dian Fossey». Y tardaron poco en percibir el entusiasmo de la clientela, porque se empezaron a vender como churros. «En Galicia nos recibieron con los brazos abiertos», reconoce sobre un proyecto que añade en las etiquetas un resumen de la vida de las protagonistas de las ilustraciones en lengua gallega.

Empresa con 12 trabajadoras «hippies y alemanas»

El feminismo de Animosa no es una pose. Lo demuestra, por ejemplo, su forma de trabajar y organizarse. «Es una empresa de mujeres, somos el 99 % de la plantilla, en este momento doce, aunque también hay hombres haciendo colaboraciones», apunta. «El éxito es el equipo, cada una sabe lo que tiene que hacer y cómo. Nos sentimos muy cómodas y súper bien avenidas. Cada una tiene el horario que le da la gana, somos muy hippies y muy alemanas, tenemos una mezcla rara», reconoce explicando que trabajan por proyectos y da igual en cuantas horas los terminen. «Si lo terminas en una hora, mejor para ti. Mientras esté hecho...», remarca la CEO de la compañía. Su hermana Cristina es la directora de operaciones, se ocupa de la logística y la administración financiera, pero aclara que todas participan en la elaboración de los diseños aunque haya dos principales, la directora de arte, Carolina Laguna, y la diseñadora y patronista Rebeca Tenoira.

Pardo Bazán y Simone de Beauvoir

De aquellos cuatro personajes de mujeres inspiradoras con las que empezaron ya han pasado a ser más de doscientas. Muchas de ellas gallegas, como Rosalía de Castro, y entre las últimas, Las Dos Marías de Santiago (Maruxa y Coralia) o Emilia Pardo Bazán, de la que se siente especialmente orgullosa al coincidir con la expropiación del Pazo de Meirás que mandó construir.

La internacionalización de su mercado había comenzado, pero la pandemia obligó a frenarla. Aún así, ya habían abierto puertas en Francia y saldrán al mercado allí próximamente. La primera figura elegida para el desembarco galo es Simone de Beauvoir.

Animosa, que lleva como subtítulo de la marca «alma e coraxe», fabrica el 95 % de sus producción en España y Portugal. «El trabajo de talleres lo hacemos en Portugal, lo quisimos hacer en Galicia y nos ha sido imposible porque no hay fábricas de estampación y bordado próximas unas de otras.

Zacarías Abad

Cada prenda lleva muchos procesos y si no los haces cerca, los costes se duplican», razona la viguesa, que argumenta que aún así, van como un tiro. «El poder adquisitivo de nuestra clientela es medio-alto (las camisetas tienen un precio medio de venta al público de 45 euros) pero las tenemos de hasta 75 que han sido top venta. Y es porque detectamos que la gente compra menos pero volviendo a la calidad, se empieza a pasar del usar y tirar», advierte la viguesa que, aunque estudió Relaciones Laborales, procede del sector de la moda, en el que trabajó 25 años en dirección de equipos, y luego en el sector sanitario.

«A pesar de la pandemia y de los meses de confinamiento calculamos un crecimiento de la empresa del 20 % y hemos subido entre un 5 y un 15 % en las ventas online», indica Mónica Conde.

Las Navidades se presentan solitarias, así que en Animosa, sustantivo que hace más falta que nunca, han ideado unos packs de regalo en los que no faltan calendarios y agendas del 2021, para olvidarse del 2020 con frases de aliento. «Vamos muy bien, pero con los pies en la tierra», resume sobre la firma que está en muchos pequeños negocios de todo el país, entre librerías y tiendas de ropa, y considera el comercio de barrio y las papelerías bonitas sus grandes aliadas.