La colocación de la escultura del Sagrado Corazón en la torre de A Guía ya cuenta con licencia

a.m. VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

GUSTAVO RIVAS

La efigie construida en la escuela de cantería cumplirá el proyecto original

04 nov 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El Concello otorgó ayer la licencia al Obispado de la Diócesis de Tui Vigo para la colocación de la efigie del Sagrado Corazón en la torre de A Guía. La imagen, de casi cinco metros de altura y unas seis toneladas de peso, presidirá la ría de Vigo y aspira a convertirse en un icono de la ciudad. Urbanismo otorga el permiso teniendo en cuenta que el objetivo es culminar el proyecto original de la edificación, elaborado en su momento por el arquitecto Manuel Gómez Román. El proyecto de la capilla incluía la colocación de la escultura del Sagrado Corazón en la torre. Nunca llegó a instalarse, pese a haber contado con la autorización de la comisión municipal permanente en 1952. Ya en 1930 el genial arquitecto Antonio Palacios había diseñado un gran edificio en este lugar y suya era la idea de colocar este símbolo religioso para que pudiese contemplarse a varios kilómetros a la redonda.

La imagen ya está terminada en la Escuela de Cantería de la Diputación de Pontevedra. Una vez concedida la licencia, se espera que en un plazo breve de tiempo pueda ser colocada en su pedestal. La imagen iba a ser colocada el pasado mes de junio, con motivo de la festividad del Sagrado Corazón, pero se retrasó a causa de la crisis sanitaria. El presupuesto de la colocación asciende a 58.500 euros. El proyecto ha sido elaborado por los arquitectos Ramón Reboreda Martínez y Javier Reboreda Fernández. Un informe del arquitecto municipal hace constar que la capilla se encuentra dentro del ámbito de servidumbre de operación de aeronaves, por lo que es preciso contar con el acuerdo previo favorable del Ministerio de Defensa. Patrimonio de la Xunta ya ha autorizado las obras.

Muchos vecinos de Teis verán así cumplido su sueño de irradiar la imagen del Sagrado Corazón a toda la ciudad. La materialización de la idea original ha sido posible gracias a la iniciativa ciudadana. Un vecino del barrio, emigrante retornado, donó a la parroquia 30.000 euros para acometer el proyecto. Hacerlo posible costará mucho más, pero fue lo que impulsó al párroco, Ramón Lera, a gestionar la ayuda ante la Diputación de Pontevedra.