El secreto de las abejas queda en casa

Begoña Rodríguez Sotelino
begoña r. sotelino VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

XOAN CARLOS GIL

José Seijo aprendió de su abuelo a manejar colmenas e inició Meles J. S., un pequeño negocio que continúan sus hijos Eva y Javier. Todo empezó en Vigo y ahora tienen panales en el sur de Pontevedra, Ourense y Lugo

23 oct 2020 . Actualizado a las 01:47 h.

De la pasión de un vigués por la apicultura nació, hace más de 30 años, Meles J. S., una de las marcas que, sin grandes aspavientos, ocupa un lugar destacado en las alacenas de la ciudad. Y si no lo ocupa más lejos es porque a los continuadores de esa labor les interesa más la excelencia que la cantidad. El vigués se llama José Seijo. Creció en la parroquia viguesa de Bembrive y aprendió a observar junto a su abuelo, los secretos de las abejas en los cortizos en la finca familiar. «Fue él el que comenzó esta empresa», recuerda su hija, Eva, que junto a su hermano, Javier, han retomado la iniciativa de su progenitor. «Nosotros hicimos cada uno nuestras carreras universitarias, él Ingeniería Química y yo, Biología, pero llegado el momento, y ante la falta de salidas en nuestros campos, unido a otras circunstancias, decidimos plantearnos seguir su labor, manteniendo la marca, que ya tenía sus clientes, registro sanitario y un recorrido comercial», razona.

Lo que hicieron fue profesionalizarlo más, ampliar las instalaciones para aumentar la capacidad de producción y de envasado, e incrementar el número de colmenas. Así pasaron de las 50 que tenía su padre, a las 350 de las que sale ahora su producto, la miel pura que ya contaba con su IXP (Indicación Xeográfica Protexida) Mel de Galicia, registrada bajo el nombre de Souto Vivo C. B.

La marca acumula numerosos premios y medallas de oro en concursos gallegos, nacionales e internacionales. «Buscamos diferenciarnos en calidad, por eso mantenemos una producción pequeña, para preservar el producto que tenemos», explica.

Tiene colmenas repartidas por las Rías Baixas, desde O Morrazo al Baixo Miño, y también en la provincia de Ourense y en la localidad lucense de Sarria.

Eva recuerda que lo de su padre era un hobby, pero se metió de lleno, estuvo en la creación de la IXP, en el consello regulador, ha ido a muchos cursos y lleva toda una vida dedicado a la apicultura. Aunque no está en activo, «sigue siendo nuestro apoyo y nuestro guía porque lo lleva en la sangre. En la parte del trabajo que tiene que ver con la envasadora y la extracción ya no está, pero aún va a las colmenas aunque es mi hermano el que lleva el peso de esa área de la empresa», cuenta. Seijo aclara que el origen sigue estando en Bembrive, donde aún hay «un pequeño colmenar matriz, con diez colmenas, aquí muy cerquita de casa».

La experta asegura que el hecho de llevarse parte de las colmenas para Ourense fue circunstancial, «porque un compañero de mi hermano le ofreció unos terrenos. Ahora sí vive allí, pero la envasadora sigue radicada en Vigo y es aquí donde se desarrolla todo el proceso», afirma.

Eva Seijo explica que en la parroquia viguesa donde vive se da muy bien la miel. «Aquí se produce la de eucalipto, como en toda el área de costa. De hecho, nuestros mayores éxitos en premios han sido con la miel de aquí. El año pasado en la cata anual de Mel de Galicia volvimos a ser oro en multifloral y cuartos en monofloral», recuerda. De estas últimas, las variedades que casi todos los años consiguen tener son tres: de silva, de castiñeiro y de eucalipto, y la multifloral, que es la catalogación que lleva cuando no llega al porcentaje que marca el reglamento oficial.

La responsable de J. S. explica que eso no significa que sea peor, sino que en la monofloral predominan unas características y lleva más trabajo de selección detrás. «La de eucalipto es suave y buena para las vías respiratorias, la de castaño tiene un sabor más intenso y propiedades para el sistema circulatorio, y la de silva tiene un sabor más afrutado y mejor para el sistema digestivo porque tiene menos acidez», explica. Pero aclara que «en Galicia, la multiflora suele ser miel de bosque de gran calidad, no como en Castilla o Levante, que las mezclan más».

XOAN CARLOS GIL

Extracción en luna menguante.

La experta en mieles advierte que este año ha sido un año de exigua cosecha. De los 9.000 kilos que suelen producir, esta vez no pasan de los 3.500. «Por eso es probable que la de eucalipto se agote pronto, ya que ha sido muy escasa», reconoce. Su producto, miel pura sin aditivos, extraída en frío y en luna menguante porque ayuda a que quede menos turbia, filtrada y bien decantada, se comercializa en envases de cristal de medio y un kilo, y en monodosis para eventos. Se distribuyen sobre todo en establecimientos del área de Vigo «y alguno en Madrid y La Rioja». No tienen web pero están en mieldegalicia.org