El Casco Vello exige un control exhaustivo de los clubes de alterne

María Jesús Fuente Decimavilla
maría j. fuente VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

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Denuncia que hay locales a los que no se vigila si cumplen con los horarios

07 oct 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Ni vecinos ni hosteleros del Casco Vello entienden cómo en tiempos de pandemia puede haber locales de alterne que trabajen de madrugada o con horarios muy amplios, cuando existen unas reglas estrictas en todos los ámbitos y, sobre todo, en la hostelería. Es el caso de alguno situado en la calle Abeleira Menéndez, en plena zona alta del Casco Vello y a pocos metros del Concello. El horario colocado en la puerta no deja lugar a dudas: «De seis de la madrugada a las 0.00 horas».

Puede no ser el único caso, aunque sí el más evidente, ya que en esa zona, conocida popularmente como A Ferrería, sigue existiendo mucha actividad nocturna no reconocida oficialmente y trasladada en su mayoría a la calle Cruz Verde.

Tanto la asociación de vecinos del barrio antiguo como la de empresarios y comerciantes Vigo Vello han mostrado su sorpresa de que este tipo de locales con horarios tan extraños sigan en pie. «O de os horarios é moi relativo. O bingo e o casino pechan ás tres. Nestes casos non sei se hai control ou non. Penso que se deben controlar os contaxios, e máis se se trata dunha actividade de risco. Non só polo coronavirus, tamén por outras enfermidades. Esperemos que estean controlados», comenta Fiz Axeitos, miembro de la asociación vecinal.

Tampoco la presidenta de Vigo Vello, Itos Domínguez, sabe si existe algún tipo de control sobre estos locales nocturnos. «Es injusto que a unos se les permita un horario más restringido y a otros, menos; hay que controlar igual todos los sectores», comenta.

Para César Sánchez Ballesteros, presidente de la Asociación Provincial de Empresarios de Hospedaje de Pontevedra, «es evidente que donde hay riesgo de transmisión debe de estar controlado y, como en el resto de los locales, se debe cumplir con el horario establecido», apunta. Desconoce si en el caso del local de Abeleira Menéndez tiene capacidad para estar abierto y si está legalizado como establecimiento de hostelería. En cualquier caso, dice, debe cumplir las normas horarias y estar controlado, como lo debe de estar el botellón para evitar situaciones de riesgo. Precisamente estos días la entidad que preside negocia con el Concello los horarios de cierre de la hostelería.

La denominación de zona acústicamente saturada (ZAS) para muchas calles del barrio antiguo les obliga a recoger las terradas a medianoche, una hora antes que al resto, lo que, dice, genera un problema. En el momento del cierre se produce una avalancha de los clientes hacia el interior nada recomendable. La propuesta de la hostelería es que les permitan una hora más de terraza. El Concello no quiere arriesgarse de momento, pero podría abrir la mano en las próximas Navidades.