Así era la fuente de los Tornos

Jorge Lamas Dono
jorge lamas VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

CEDIDA

Un documento guardado en el Archivo Municipal permite conocer el aspecto de este surtidor situado fuera de las murallas

01 nov 2020 . Actualizado a las 22:20 h.

En el Archivo Municipal de Vigo, en medio del libro de actas correspondiente al año 1795, aparece algo extraordinario. Se trata de una reproducción realizada a mano del aspecto de la fuente de los Tornos, ya desaparecida hace muchas décadas.

Estaba situada en el barrio del Salgueiral, que hoy en día se corresponde con la zona de las calles Victoria, Carral y Marqués de Valladares. Ahí la sitúa el plano de Francisco Coello y Pascual Madoz, elaborado en el año 1856. Así pues, estaba ubicada en el Vigo histórico, fuera de las murallas que rodearon la villa entre mediados del siglo XVII y finales del siglo XIX. Esta fuente fue muy importante para los vigueses de entonces, y llegó a darle nombre en algún momento a la puerta del Sol, la más oriental de las entradas a Vigo.

El dibujo acompaña a unos documentos relacionados con las obras efectuadas en la mencionada fuente a finales del siglo XVIII. Por ellos, sabemos que su agua procedía de la Ferbenza, una zona situada, más o menos, en el cruce entre Velázquez Moreno y Príncipe. En la documentación se explica el complicado trazado de cañerías que recorría la distancia entre ambos sitios.

El médico e historiador Nicolás Taboada Leal, en su famosa Descripción topográfico-histórica de la ciudad de Vigo, su ría y alrededores (1840), señalaba que esta fuente era muy apreciada por su buena calidad, y que los vigueses residentes intramuros solían proveerse en ella cuando las aguas de la fuente de la Soledad (más tarde, denominada de Neptuno) y la situada en la plaza de la Alhóndiga (hoy, Princesa) salían turbias y lodosas. Añadía el médico historiador que las clases menos pudientes aprovechaban uno de sus dos pilones para lavar la ropa.

Por la imagen que nos brinda el Archivo Municipal de Vigo podemos saber ahora qué aspecto tenía. El motivo del adorno principal era el escudo original de Vigo, es decir, el castillo y una concha de peregrino. Así fue hasta 1813, momento en que la ya entonces ciudad pidió en las Cortes de Cádiz que le cambiasen la concha por el olivo, aludiendo a que la venera representaba el vasallaje que durante siglos rindió Vigo al Arzobispado de Santiago, de quien dependía la jurisdicción de estas tierras.

Justo encima del escudo se sitúa una inscripción, aunque no se puede leer su contendido. Era habitual que se refiriese al año de construcción y algunas circunstancias relacionadas con esa época, como el nombre del rey del momento. Algo similar ocurría con la fuente de Neptuno, que aludía al rey Felipe V.

Aparecen, en el frontal de este elemento, otros motivos decorativos curiosos, como son cuatro caras, de aire burlesco. La disposición arquitectónica de la fuente es claramente barroca, y estaba rematada por una cruz y cuatro elementos vegetales.

Para acceder a los surtidores de agua había una escalera con dos peldaños y, en los laterales, se aprecian sendos pilones que serían empleados tanto para lavar ropa como para dar de beber a los caballos. Se desconoce la fecha de su construcción, pero debió ser a finales del siglo XVII.