La «policía de balcón» resucita y satura de llamadas al 092 para delatar a bares abiertos y peatones sin mascarilla

e. v. pita VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

M. MORALEJO

Los agentes de Vigo señalan que hay noches que reciben más de 30 llamadas

29 sep 2020 . Actualizado a las 02:19 h.

Durante el estado de alarma surgió la figura de la policía de balcón, como se denominó jocosamente a los confinados que avistaban a vecinos infractores de las medidas anticovid y los delataban ante las autoridades para que les multasen. Argumentaban que actuaban para velar por la salud de todos pero muchas veces, en otras ciudades, acusaron erróneamente a sanitarios que salían a trabajar el hospital.

Ahora, con los rebrotes y el inicio de la segunda ola de covid, esta figura ha resurgido hasta tal punto que la Policía Local de Vigo ha llegado a recibir hasta 40 llamadas en una noche y no han podido atender todas.

«Estamos sobrepasados, hay turnos de noche en los que recibimos de 25 o 30 llamadas, incluso más de 40, para avisar de gente que no usa mascarillas o por terrazas abiertas o con exceso de aforo. No se pueden atender todas. Por un lado, hay falta de personal y las patrullas no pueden comprobar el 100 % de las alertas y por otro, se acumulan las incidencias y se hacen inabarcables», cuenta un uniformado. En una tarde pueden entrar por centralita 15 avisos. En un día normal, más de veinte.

Este mismo fin de semana siguió habiendo un goteo de llamadas ciudadanas para avisar de incumplimientos en las medidas para controlar la pandemia del covid. En la noche del viernes al sábado, la Policía Local de Vigo intervino tras dos denuncias ciudadanas por un exceso de aforo en terrazas de bares y otros incumplimientos.

En la tarde de ayer, siguieron las alertas. Esta vez, eran peatones que llamaban desde su móvil a la centralita del 092 para avisar de que habían visto a viandantes pasear por la calle sin mascarilla. Cuando llegaron las patrullas, los infractores ya se habían colocado el material profiláctico para evitar que les multasen. Desde la Policía Local admiten que las patrullas llegan siempre tarde porque los sospechosos corrigen minutos antes su conducta incívica.

La policía de balcón ha resucitado con la prohibición de abrir los bares más allá de medianoche y el cierre de pubs y discotecas. Las fiestas se han trasladado a los pisos particulares y los vecinos llaman ahora por un doble motivo: por las molestias del ruido en plena madrugada y también por el exceso de aforo.

Hace dos fines de semana, la Policía Local intervino en diez fiestas en pisos, cerró un restaurante que invitó a 244 personas a su inauguración, algunas de las cuales fumaban en público, y desmanteló una quedada de 300 personas en cien coches.