Los niños del CEIP Valle Inclán logran el reto planteado para el Día de la Paz
26 sep 2020 . Actualizado a las 01:04 h.El Club de Convivencia que el curso pasado estrenó el CEIP Valle Inclán de Vigo ha llegado lejos con su primera iniciativa: la elaboración de dos mil grullas de papel ya forma parte del memorial situado en un parque de Hiroshima, en Japón. Allí llegan cada año desde colegios de todo el mundo para decorar el Monumento a la Paz de los Niños, que recuerda a los que fallecieron tras la explosión de la bomba atómica lanzada en la ciudad nipona el 6 de agosto de l945, fecha instaurada como el Día de la Paz a la que este año asistieron vía virtual dos profesoras del pequeño cole vigués, que tiene menos de 80 alumnos: todo infantil en una clase de 18 niños y el resto, primaria, de 1º a 5º en sendas aulas.
Su idea, como recuerda Paula Rey, la profesora que coordina el club, era que las aves estuvieran allí para esa fecha y disfrutarlas antes en el cole, cosa que no pudieron hacer como querían debido al confinamiento. Pero el trabajo ya estaba hecho. El plan comenzó el 20 de noviembre como reto planteado para el Día de la Infancia, y tras implicar a niños, padres, la comunidad educativa y hasta vecinos, lo consiguieron el 30 de enero, Día Escolar de la Paz. En junio, al volver a clase, enviaron las grullas por mensajería en un armazón con las medidas específicas que solicita la Fundación Sadako, que lleva Tomoko desde Argentina, una mujer nacida en Hiroshima con la que se coordinaron siempre.
Según una leyenda japonesa, tu deseo se hará realidad si construyes un millar de pájaros. Se vincula con la historia de una de las víctimas de Hiroshima durante la Segunda Guerra Mundial, la niña Sadako Sasaki que da nombre a la entidad. Ellos hicieron 2.480 grullas, por lo que tienen «derecho» a dos deseos y medio, aunque los que ganaron por votación popular fueron «Fóra o maltrato» y «Paz en el mundo». La otra mitad podría ser «que hallen una cura para el coronavirus». De hecho, la profe recuerda que antes del confinamiento, cuando empezaron los primeros casos en España, los pequeños ya expresaron ese deseo.
El material se colgó la semana pasada en el parque nipón. «Un día antes de que empezaran aquí las clases», subraya Paula, feliz y con ganas de empezar en octubre otro reto, esta vez sobre los bosques. Este sábado contarán su experiencia por videoconferencia a gente de otros países invitadas por la Fundación. La semana que viene, los niños conectarán por videoconferencia con Sadako para contarle cómo han vivido toda esta experiencia.