Pelea de 30 personas en Teis porque el dueño de una casa quiso echar a una okupa y sus dos niñas

e. v. pita VIGO / LA VOZ

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La madre y las menores llamaron a sus familiares, que acudieron con bastones y apalearon al propietario. Cinco vecinos resultaron heridos en la reyerta

10 sep 2020 . Actualizado a las 00:28 h.

El intento de ocupación de una casa por una madre de 33 años y dos hijas menores en Teis causó una pelea multitudinaria ayer entre 30 personas a las 23.19 horas en la calle Rosa. Al menos, hubo cinco vecinos heridos. Cuatro fueron atendidos en un ambulatorio y una quinta lesionada, en un hospital.

El motivo de la reyerta fue, según contaron varias partes implicadas y testigos, que la madre y las niñas habían entrado en una casa a las 19.10 horas. Para ello rompieron la puerta con una pata de cabra. El dueño, al enterarse, les dio una hora para abandonar la vivienda pero ellas llamaron a sus familiares, que acudieron con palos y bastones a impedir el desalojo y dieron una paliza al propietario y a varios vecinos.

Todo empezó cuando los vecinos vieron a la madre forzar la puerta con una pata de cabra y alertaron al dueño, I. P. G., vigués de 48 años, que acudió al domicilio 50 minutos después y se identificó a la mujer. Le avisó de que la casa no estaba vacía y le dijo que la abandonase cuanto antes o llamaría a la policía.

La mujer se comprometió a irse pero pidió un margen para llamar a varios familiares para que le ayudasen a quitar los enseres que ya había metido dentro. Dos horas después, aparecieron sus allegados con palos y bastones y avisaron que venían a proteger a la mujer, la cual no se iría de la casa. Luego, amenazaron e insultaron al dueño, motivo por el que salieron varios vecinos a la calle para hacer frente a los okupas, pues les acusan de generar peleas y problemas de convivencia. 

Se juntaron 30 vecinos y los familiares y amigos de la mujer, les insultaron, increparon y los agredieron con palos y bastones, además de darles puñetazos y patadas.

La pelea se saldó con varios heridos, de los que cuatro fueron a un ambulatorio y otros se negaron a denunciar por miedo a represalias. Una vecina fue evacuada en ambulancia a un hospital con el brazo izquierdo fracturado.

Durante la reyerta, rompieron con los palos varias persianas y un cristal de una ventana, mientras se encontraba en el interior el propietario, que trataba de refugiarse. Al salir a la calle, le dieron una paliza y le lesionaron en la cabeza, mandíbula, hombro y tórax.

Además, rompieron el parabrisas trasero y una ventana de la furgoneta del propietario de la casa, y golpearon el portón trasero.

La Policía Local identificó a los vigueses J. J. B., de 33 años, Á. R. J. J., que estaba indocumentado pero es hijo del anterior, e I. L. G., de 26 años. En su coche tenían un bastón y un palo de madera y en la zona cuatro bastones y un martillo.

En la intervención acudieron los cuatro coches patrulla disponibles esa noche. Al llegar el primer vehículo del 092, había entre 20 y 40 implicados que golpeaban a la muchedumbre y que, al ver a la policía, se dispersaron y huyeron. Solo pudieron coger a los tres sospechosos que intentaban subirse a un coche para fugarse. En el suelo, apareció una cachaba.

Un herido en las costillas renunció a denunciar por miedo, lo mismo que otro con los dientes rotos. Había lesionados con las mandíbulas rotas y una vecina con el brazo fracturado. De no haber llegado oportunamente los primeros agentes, las lesiones habrían sido peores.

Usurpación de vivienda en calle Cervantes

A mayores, hubo otro caso de intento de ocupación ilegal de viviendas en Vigo. La Policía Local de Vigo detuvo a unos jóvenes por intento de ocupación de una vivienda a las 10.13 horas en el entorno de la calle Cervantes, en la zona de Churruca. Dos testigos, de 70 y 67 años, propietarios de dos pisos del inmueble, avisaron de que sus viviendas habían sido violentadas pues la cerradura de la puerta principal estaba fracturada.

Los agentes vieron una cerradura cambiada en el primer piso y, al llamar, abrieron M. S. P. S., de Arbo y 27 años, acompañada por C. D. C., vigués de 29 años y J. S. A., de Santiago de Compostela y de 30 años. Admitieron que habían entrado tras forzar la puerta.

En otro piso, la dueña descubrió que le faltaba material para esquiar,  localizado en el primer piso.

Los agentes detuvieron a los tres okupas por un supuesto robo con fuerza y por usurpación de vivienda.