Los «cuidadores» de la hostelería empezarán a peinar los locales de ocio nocturno y terrazas de Vigo esta noche

VIGO CIUDAD

Oscar Vázquez

La federación provincial, que tiene cuatro rastreadores, advierte que no tienen la autoridad legal de obligar a un cliente a apagar su cigarrillo

18 ago 2020 . Actualizado a las 16:12 h.

Los nuevos «cuidadores» covid de la Federación de Hostelería de Pontevedra, Feprohos, comenzarán a visitar los establecimientos de hostelería de Vigo a partir de esta noche. «Vamos a empezar por la parte de mayor afluencia, que son los locales de ocio nocturno y las terrazas», ha explicado César Ballesteros, presidente de Feprohos y propietario del hotel Bahía. Ballesteros confesó las dificultades que puede entrañar el rastreo de este tipo de espacios porque entiende que «es muy difícil compaginar seguridad y ocio y más si se trata de locales pensados para socializar».

El equipo de rastreadores comenzará a visitar establecimientos de Churruca y de Montero Ríos a partir de las 23.00 del día de hoy, según confirma Ballesteros. «Los viernes y los sábados son los días de movida por estas zonas», alega.

Oscar Vázquez

El pasado sábado, la Feprohos mencionaba que solo eran dos las personas que se encargarían de velar por el cumplimiento de las normas de seguridad en los locales de restauración de Vigo. Esta mañana el presidente de la Feprohos aumentó esta cifra hasta cuatro cuidadores, «hasta el 31 de agosto», puntualizó.

Ante la nueva prohibición de fumar, César Ballesteros explicó que la hostelería no tiene «autoridad legal para obligar a un cliente a apagar su cigarrillo». El presidente de los hosteleros apoya esta norma de la Xunta de Galicia, «pero después de leerla deja demasiadas preguntas en cuanto a la regulación de las terrazas», apunta.

Los cuatro cuidadores comprobarán cómo se aplican las medidas de seguridad y decidirán si son mejorables, al mismo tiempo que ofrecerán una serie de recomendaciones. La desinfección de las mesas es uno de los temas en los que harán hincapié, junto con los asideros de las sillas, un elemento muy importante. «La parte más peligrosa, y a la que a menudo se descuida, es la parte de abajo de los asideros, donde el contacto de los dedos es mayor», analiza Ballesteros.