Las familias piden que la Xunta asuma el coste extra del comedor

Cristina Barral Diéguez
cristina barral PONTEVEDRA / LA VOZ

VIGO CIUDAD

CAPOTILLO

Las federaciones de Pontevedra y Vigo no descartan una demanda colectiva por daños

01 ago 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Representantes de la Federación de ANPA de Centros Públicos de Pontevedra (Fanpa) y de la Federación Olívica de Asociacións de Nais e Pais de Alumnos de Vigo e Comarca (Foanpas) comparecieron ayer en la ciudad tras hacer público que renuncian a prestar el servicio de comedor y madrugadores si la Xunta no modifica el protocolo de adaptación al contexto del covid en los centros de enseñanza para el próximo curso 2020/2021. Insisten en que mantener una separación de metro y medio entre los usuarios del comedor hace inviable prestar el servicio.

Tanto Rogelio Carballo Solla, presidente de Fanpa, como Miguel Álvarez Parada, su homólogo en Foanpas, subrayaron que están dispuestos a mantener la gestión del servicio si se dan tres condiciones. Una es la atención a la totalidad de los usuarios, lo que implica la utilización de más espacios dedicados a comedor y aulas de madrugadores, bien sea de forma provisional o permanente, y un aumento significativo de monitores y cuidadores.

La segunda condición es que los costes económicos derivados del incremento de personal necesario así como los materiales (limpieza, material...) sean asumidos por el departamento de la Xunta mientras el protocolo esté en vigor. La tercera condición que plantean las familias es que exista un compromiso de colaboración por parte de Educación para «asumir cantas actuacións sexan necesarias». Las dos federaciones de padres de alumnos emplazan, por tanto, al departamento que dirige Carmen Pomar a dialogar con urgencia para materializar y aplicar las medidas señaladas. Rogelio Carballo apuntó que debería ser antes del 10 de agosto, cuando empieza la matrícula para el comedor en Pontevedra. En la ciudad la Fanpa gestiona 18 comedores en colegios, mientras que en Marín son cuatro y el próximo curso se iba a sumar un quinto. El gasto anual fue el año pasado de 670.000 euros, de los que 120.000 los aporta el convenio del Concello.

Los padres se mostraron muy molestos al asegurar que no son agentes educativos ni operadores, sino miembros de asociaciones sin ánimo de lucro que defienden los derechos de las familias. Si no hay avances y se mantienen las condiciones establecidas en el protocolo, tanto Fanpa como Foanpas consideran inasumible prestar el servicio el próximo curso. La decisión final, eso sí, se llevaría a una asamblea. También anunciaron que estarían dispuestos a acudir a los tribunales y presentar una demanda colectiva contra la Administración por los daños ocasionados a las familias, a las que instaron a guardar todos aquellos gastos que la nueva situación les genere.

La Fanpa y Foanpas gestionan más de 3.500 usuarios de comedor en la provincia de Pontevedra. En el escrito que ambas federaciones dirigen a la Consellería de Educación aluden a que la razón de ser de los comedores y las aulas de madrugadores y actividades extraescolares es facilitar la conciliación familiar y laboral, «un problema xeralizado» en prácticamente toda Galicia. Hicieron hincapié en que una reducción tan importante de usuarios supone un incremento significativo del coste -más del doble-, consecuencia del reparto del coste de explotación entre menos comensales. «A magnitude deste incremento -se dice en el escrito- faino inasumible pola maioría dos usuarios que quedaran despois da redución de aforo disposto polo protocolo».

Como ejemplo, Rogelio Carballo dijo que un comedor como el de Campolongo pasaría de 180 alumnos a 30. «Antes tiñamos unha responsabilidade en caso de accidente ou intoxicación alimentaria, agora imos ter unha responsabilidade de delitos contra a saúde pública», dijo.