Cada cita con las urnas provoca un vaivén de votos y cambia la ciudad de color

Ángel Paniagua
Periodista especializado en sanidad. Subdelegado de La Voz de Galicia en Vigo.
Alejandro Martínez

¿Vigo es de derechas o de izquierdas? Pues depende. El mapa de la ciudad cambia de color en cada cita con las urnas. El último ciclo electoral de quince meses, con dos comicios generales, unos locales y unos autonómicos ha sido una montaña rusa. No hay nada comparable a los 101.000 votos que logró Abel Caballero en mayo del año pasado, cuando repitió como alcalde con el 67,6 % de los votos. Pero el mismo PSOE tuvo 43.000 apoyos en las autonómicas de hace dos semanas, tras una campaña de la que el alcalde marcó distancias. Al PP le ocurre algo parecido, con cifras más modestas: en las municipales solo tuvo 20.000 apoyos, que en las gallegas fueron 44.000. Hasta Vox ha pasado de 11.000 sufragios en las generales de noviembre a menos de 3.000 en las autonómicas.

Es un vaivén. Pero hay tendencias de fondo más robustas. Como las elecciones generales y autonómicas. El PP siempre ha ganado en las gallegas en Vigo, incluidas las de hace dos semanas, aunque en esta ocasión solo rebasó al PSOE por medio punto. Fue un resultado similar al que obtuvo Touriño en el 2005, cuando consiguió más votos que nunca para los socialistas, pero se quedó a cuatro décimas del PP.

En aquel momento, el PSOE estaba en la cresta de la ola. Zapatero llevaba solo un año en La Moncloa. Vigo siempre había votado a la derecha en las elecciones generales hasta que apareció ese hombre de León, que ganó en el 2004 y en el 2008. Desde entonces, crisis económica y social mediante, cada cita para elegir presidente es un misterio. El PP ha ganado dos (2011 y 2016, Rajoy), el PSOE ha ganado dos (las dos generales del año pasado) y hasta Podemos, ahora castigado con un insignificante 6 %, fue la fuerza más votada en el 2015.

Pero la historia va por barrios y este reportaje pregunta en los lugares más fieles a cada partido. Ahí hay datos que parecen sacados de un manual de tópicos, pero que son reales. El lugar donde más se vota al PP es Canido, entre el puente de Toralla y la carretera cortada. Tienen la renta más alta de Vigo (24.000 euros por cabeza, 73.000 por hogar) y están entre el 1 % más rico de Galicia. El PP logró el 65 % en las gallegas y gana siempre, salvo las locales.

El lugar donde más se votó al PSOE en las gallegas está en Coia, entre las calles Bueu y Moaña, con un 65 % de los apoyos. Es un barrio obrero, entre el 30 % más pobre de Galicia, que siempre vota en rojo.

El lugar donde más se apoyó al BNG en las autonómicas está en O Berbés (y de ahí hasta el Olivo), donde el nacionalismo siempre ha sido fuerte. Sus ingresos en la media de España y tirando hacia arriba en Galicia (entre el 40 % más rico). El nacionalismo siempre ha tenido una implantación fuerte. Las mareas y sus distintas marcas se habían hecho fuertes, pero en estas autonómicas el voto ha retornado al BNG.

Los mapas dejan claro, eso sí, que el efecto Abel Caballero ha hecho que las parroquias ya se decanten del lado socialista, aunque el centro y la costa de Vigo sean fieles a sus tendencias. Su partido lo llama «un proyecto transversal», que se puede traducir como «que te vote todo el mundo, hasta los de Vox aunque seas socialista». ¿Y no es eso lo que quieren todos? 

EL FEUDO DEL PP: CANIDO

«Hay gente con mucho dinero» 

M.MORALEJO

A la ahora de hablar de elecciones autonómicas, en Vigo se cumplen los tópicos. Allá donde se concentra el mayor poder adquisitivo, gana el PP. Prueba de ello es que en Canido ha sido donde los populares han cosechado el mayor número de votos. Todos los votantes que viven en torno a la carretera cortada, o las mansiones de Cabo Estai, el barrio rico por antonomasia de Vigo, son mayoritariamente seguidores de Feijoo. El 64,9 % de los votos fueron para los populares. Y, sin embargo, el PSOE ganó aquí en las elecciones municipales, lo que da cuenta de que los electores se fijan más en las personas cuando votan en clave local.

«La gente de dinero tira al PP», sentencia Miguel, que trabaja en un restaurante de la zona, que tiene entre su clientela a muchos vecinos de los chalés del entorno. «La renta per cápita aquí es terrible. Aquí hay gente con mucho dinero y mucho poder, directivos de empresas, de banca y políticos», afirma Carlos, vecino de Coruxo que conoce bien la zona.

«Votan al PP porque les va bien y no quieren que nada cambie en Galicia», señala Fernando Estévez, que suele acudir a las playas de la zona, menos masificadas en Sami o el Vao. «La gente que vive aquí no tiene pinta de votar a Podemos, aunque seguro que Pablo Iglesias e Irene Montero también se podrían haber comprado una casa aquí para ver crecer a sus hijos en un entorno tranquilo, con vigilancia privada las 24 horas del día y lejos del mundanal ruido», señala Jorge Hermida, que suele acudir a practicar buceo a la costa.

La renta media en Canido es de 24.038 euros por persona y 72.932 euros por hogar. Estos datos sitúan a esta parroquia en el 1 % de las secciones censales más ricas de Galicia. Vivir en este enclave privilegiado de la ciudad que ha soportado una enorme presión urbanística en primera línea de costa es un lujo al alcance de muy pocos. El precio de una vivienda en Cabo Estai puede rondar entre el millón y los 4,5 millones de euros.

Estereotipos

Sin embargo, el portavoz del PP, Alfonso Marnotes, huye de los estereotipos porque, si bien es cierto que triunfan en la zona más rica de la ciudad, también lo es que los populares ganaron en otros distritos de clase media, aunque con menos contundencia. «También hemos ganado en el centro y en otras zonas como Navia, aunque no hayamos ganado, hemos subido un 4 %», destaca.

Los populares también han incrementado sus votos en Teis. «No creo que haya una correlación entre los votos y el nivel económico de la gente. Ojalá hubiera 43.000 ricos en Vigo. Es verdad que hemos ganado en zonas de renta alta, pero no solo ahí. Quizás son los ciudadanos de rentas medias los que más nos votan. La gente no se equivoca nunca», afirma el portavoz popular.

EL FEUDO DEL PSOE: COIA (CALLES BUEU Y MOAÑA)

«A Caballero lo votaría aunque fuera del PP»

XOAN CARLOS GIL

Un barrio obrero como Coia es mayoritariamente socialista y el núcleo duro es la calle Bueu. Los vecinos de esta avenida son los que más apoyaron a Gonzalo Caballero de toda la ciudad en las elecciones autonómicas. En los edificios de esta calle vive mucha gente mayor que ha vivido, sobre todo, de trabajar en el sector del metal y en la automoción.

Nadie duda de que si los socialistas son aquí los más votados es porque lo que impera es la clase trabajadora, que tradicionalmente ha sido fiel a las siglas del PSOE.

«Todos somos obreros aquí, aunque ya no se sabe diferenciar el capitalista del que no lo es. Mi padre siempre me decía que no votara a la derecha porque es el capitalismo, pero hoy en día todos forman una maraña», comenta Juana, una vecina de esta calle. En su bloque son todos pensionistas, excepto tres familias que todavía trabajan. «Cuando vinimos aquí éramos trabajadores. Aquí había mucha gente empleada en los barcos. Muchos fallecieron y está llegando gente joven», asegura.

Juana afirma que la gente vive, en general, muy contenta en esta calle porque es un sitio muy tranquilo. La calle es como un fondo de saco por donde casi no pasan coches y, al mismo tiempo, tienen todo a mano. Están a un paso del hipermercado Alcampo donde, curiosamente, en una de sus calles adyacentes ganó la candidatura de Alberto Núñez Feijoo. También tienen un parque infantil, tiendas, cafeterías y una farmacia cerca.

Los electores están, en general contentos, con la gestión de Abel Caballero, que hace dos años inauguró la humanización de la calle, que ha estrenado aceras, mobiliario urbano y un aparcamiento más ordenado. Posiblemente esa satisfacción con la gestión local pudo influir en los buenos resultados que obtuvo Gonzalo Caballero, si bien su tío Abel cosecha un mayor número de votos en este barrio en los comicios locales. Mientras el candidato socialista a la Xunta de Galicia sacó aquí el 49,3 % de los votos, la lista de Abel Caballero en las elecciones municipales celebradas el año pasado obtuvo el 75,3 %.

«Me gusta cómo manda Abel Caballero. Si fuera del PP también lo votaría pero a Casado no porque me parece hipócrita», afirma Francisca Castro. Esta mujer de 69 años pasea todos los días con su perro por el entorno y cree que la calle mejoró mucho con la reforma. «Arregló el aparcamiento, las calles, a los jardineros los tiene cada dos por tres cortando el césped o podando los árboles», valora.

Jubilados

«No me lo creo, me imagino que será porque esto es un barrio más obrero que otra cosa», comenta Javier, vecino de Navia pero que ha vivido toda su vida en la calle Bueu. «Ahora mismo los que viven aquí son personas jubiladas porque esto es una zona de hace más de 40 años». «Por lo que leo, la gente mayor en la ciudad tiende más a votar al PSOE, al contrario de lo que sucede en el rural, donde son más de derechas», asegura este vecino.

EL FEUDO DEL BNG: O BERBÉS

«Son los menos malos»

XOAN CARLOS GIL

El BNG tiene en el área de O Berbés uno de sus bastiones. El 40,3 % de los electores optaron por esta agrupación en las últimas elecciones, mientras que el 12,7 % apoyaron a las mareas. Comparándolo con resultados de anteriores elecciones, se deduce que los votantes del espectro nacionalista están inclinando la balanza en detrimento de las mareas.

El PSOE ganó aquí en las últimos comicios generales y también en las municipales. Lo curioso es que Podemos siempre quedó como segunda fuerza política, a excepción del pasado día 12, en el que perdió fuelle y el BNG le tomó la delantera.

El portavoz municipal del BNG, Xabier Pérez Igrexas, interpreta esta tendencia por la presencia de mucha gente joven que se ha mudado a vivir al barrio. Uno de los elementos identificativos en el crecimiento electoral es el voto juvenil. «É un voto que recoñece a aposta histórica que fixemos na recuperación do Casco Vello», afirma. Considera que desde el frente nacionalista se hizo siempre una apuesta muy importante desde las áreas de gobierno que gestionó para la puesta en valor de la zona y ahora están recogiendo los frutos. No todos comparten esta opinión. «Me extraña porque este barrio es de gente mayor. La gente lleva aquí mil años y no cambia su voto tan fácilmente», afirma María, vecina de O Berbés, incrédula ante los resultados nacionalistas.

Reconoce que en todas las citas electorales ha votado siempre al BNG, «porque me parece que es el partido menos malo». «La mayor parte de mis vecinos votan siempre al Bloque, pero el motivo no lo sé», afirma otra ciudadana del entorno.

José Ángel, que tiene una tapería en la calle San Francisco, explica el auge del BNG en que «me imagino que la asociación de vecinos está dominada por el BNG, pero no llega a todas partes, por lo que habrá otras causas». También cree que ha jugado a favor de los nacionalistas el hecho de que mantuvieran a la candidata. «El PSOE lleva cada vez a un candidato diferente y no está consolidado», afirma.

El portavoz de la asociación de vecinos del Casco Vello, Fiz Axeitos, aclara que a nadie que se acerca a la entidad vecinal se le pide su afiliación política y añade que en sus filas hay personas de todas las ideologías políticas. Cree que los buenos resultados del BNG obedecen al «rejuvenecimiento del barrio» y que las nuevas generaciones apuestan por el nacionalismo.

La empleada de un restaurante de la zona cree que los resultados del BNG en el Berbés son un reflejo muy fiel de una tendencia que se está viendo en toda Galicia. Considera que los nacionalistas tienen a una gran líder que seguirá sumando apoyos en el futuro. «Ana Pontón apunta maneras», asegura. Acusa también que hay muchas familias jóvenes que han elegido este lugar para vivir después de la recuperación de inmuebles.