«Su PCR es negativa», el SMS más esperado solo tarda 12 horas

Ángel Paniagua Pérez
Ángel Paniagua VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Un SMS recibido por un paciente que se sometió a una PCR con resultado negativo
Un SMS recibido por un paciente que se sometió a una PCR con resultado negativo XOAN CARLOS GIL

Los centros de salud de Vigo han pedido 5.600 pruebas y solo 35 fueron positivas

19 jul 2020 . Actualizado a las 22:13 h.

«Pruebas, pruebas, pruebas», recetó el secretario general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, el 16 de marzo, cuando la epidemia por coronavirus ya amenazaba al mundo. El patógeno transformó de la noche a la mañana el sistema sanitario y en aquel momento no existía capacidad para hacer pruebas, pruebas, pruebas. Ahora ya sí. Los laboratorios de microbiología son una máquina que no para y los centros de salud son la clave para detectar pacientes sospechosos y así evitar brotes.

«Pedimos entre 120 y 150 pruebas cada día», indica la directora de atención primaria del área sanitaria de Vigo, Elena Lorenzo Llauger. Los fines de semana rondan las 40. Por tener una referencia: en urgencias del Álvaro Cunqueiro están solicitando unas veinte cada día. Pero lo importante no es solo hacer pruebas, sino también tener resultados rápidos. «Actualmente la mediana [un promedio estadístico] desde que se pide la prueba hasta que el paciente tiene el resultado es de 12 horas», explica.

La situación no tiene nada que ver con marzo o abril, cuando había gente esperando hasta una semana para que le tomasen la muestra. Los resultados de laboratorio no tardaban demasiado, pero nada que ver con la velocidad actual. Los médicos de los centros de salud pueden pedir pruebas de PCR -las que detectan la presencia del virus en el organismo- desde el 12 de mayo. Al principio se estaban solicitando unas 250 PCR desde atención primaria cada día. Ahora son cien menos. Desde el 12 de mayo, los facultativos de familia y pediatras del área de Vigo han solicitado 5.570 PCR a pacientes sospechosos. Solo 35 han dado positivo hasta ahora. Es el 0,6 %. 

¿A quién se le pide?

Cuando un paciente acude a la consulta del médico de familia o del pediatra, o incluso cuando la consulta es telefónica, y el usuario tiene los síntomas compatibles con la infección por el coronavirus, el facultativo solicita la PCR. A los pocos minutos llaman al paciente para darle una cita en el covid-auto del Meixoeiro, donde le tomarán la muestra. Cuatro médicos consultados en los centros de salud y un paciente confirman que esa llamada en ocasiones coge al usuario todavía dentro del centro de salud.

¿Por qué funciona tan rápido? «Tenemos a dos personas por la mañana y a una por la tarde de la unidad de agendas que van viendo las peticiones en tiempo real», dice la directiva sanitaria. En la pantalla del ordenador, que estas administrativas siempre tienen abierta, aparece la solicitud que hace el médico o el pediatra al momento. A esto se añade que en el covid-auto del Meixoeiro se dejan todos los días varios huecos disponibles. Entre que hay administrativos permanentemente vigilando las solicitudes de PCR y que hay huecos libres, muchas veces quien llama al paciente le ofrece que acuda ya en ese momento al Meixoeiro conduciendo, en taxi o con un allegado como conductor.

Una enfermera toma una muestra esta semana en el covid-auto del Meixoeiro
Una enfermera toma una muestra esta semana en el covid-auto del Meixoeiro M.MORALEJO

¿Y si el paciente no tienen disponible un coche?

La puesta en marcha del covid-auto del Meixoeiro ha resultado fundamental para multiplicar la capacidad de tomar muestras. Se basa en que el paciente pueda acudir en coche al hospital: conduciendo, siendo llevado por un familiar, vecino o amigo, o en taxi. Allí, sin bajarse del coche, una enfermera le introduce un hisopo por la nariz y le toma una muestra, que se lleva al laboratorio. Si lleva chófer, el paciente debe ir sentado en diagonal al conductor, a no ser que sean convivientes.

Pero no todo el mundo tiene disponibilidad de coche. Para esos casos se reserva la posibilidad de que un equipo de enfermeras acuda a su domicilio a tomar la muestra. Aunque la mayoría siguen haciéndose en el covid-auto.

La muestra acaba en el laboratorio de microbiología del Meixoeiro, que está pegado al covid-auto. Allí, aproximadamente cada tres horas se agrupan todas las muestras y se procesan en la máquina que analiza si hay presencia del SARS-CoV-2, el patógeno responsable de la epidemia que ha causado ya más de 14 millones de contagios en todo el mundo. Un microbiólogo tiene que estudiar todos los resultados y emitir un informe.

Mientras todo eso sucede, el paciente está -o debe estar- en su casa, sin contacto con nadie. Los médicos de familia piden a los pacientes que permanezcan en aislamiento. Como no se sabe si pueden ser positivos, esto frena cualquier transmisión a otras personas. Casi todas las pruebas arrojan un resultado negativo. Si es así, al paciente le mandan un mensaje SMS al teléfono móvil. «El resultado de la PCR es negativo», dice. Si el paciente es extranjero también se envía en inglés.

¿Y si es positivo?

Pero nunca se sabe. Puede ser positivo, aunque solo sean el 0,6 % de los casos que se piden desde los centros de salud. El médico llama al paciente y le da las indicaciones para que mantenga el aislamiento, siga medidas de higiene y, en caso de que sus síntomas se agraven, consulte.

En este caso es clave el seguimiento de los contactos. El enfermo tiene que proporcionar un listado de todas las personas con las que haya estado a menos de dos metros durante al menos quince minutos y desde dos días antes de que apareciesen los síntomas. Esto incluye si ha viajado en un medio de transporte público.

Estas personas también se quedan en aislamiento domiciliario. Son dos semanas en las que no se pueden mover de su casa. Durante ese tiempo, tienen que tomarse la temperatura y las llama la central de seguimiento de contactos para constatar si ha aparecido algún síntoma, porque, si es así, tienen que hacerse la prueba PCR.

De nuevo, se trata de cortar la cadena de transmisión del virus cuanto antes. Esa es la clave para evitar rebrotes. Pruebas, pruebas, pruebas.