El Vigo Rías Baixas vuelve a la carretera tres meses después

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Marcos Serrano dirigirá el primer entrenamiento colectivo desde el confinamiento el fin de semana y en julio vuelve la competición

10 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El Vigo Rías Baixas volverá a entrenar en grupo tres meses después de que sus ciclistas quedasen confinados. Será el próximo fin de semana y la convocatoria es para los ciclistas gallegos y para los juveniles del filial, mientras el resto, como el uruguayo Mauricio Moreira, seguirán ejercitándose en solitario. La toma de contacto será el inicio de la cuenta atrás para la vuelta a la competición que será a principios de julio si las autoridades sanitarias no dicen lo contrario: en Beasain, el punto de arranque a una temporada de cuatro meses en donde el conjunto vigués quiere luchar, y tiene opciones reales, por la Copa de España. «Al final el ciclismo es como todo oficio, no quieres oxidarte y quieres ver si todo funciona bien, desde los ciclistas, hasta el material, hasta los propios coches si están en condiciones», explica Marcos Serrano, el director deportivo, de esta primera quedada.

«El ciclismo es un deporte individual y se puede adaptar bien a circunstancia como la pandemia, pero este fin de semana vamos a hacer alguna cosilla. Vamos a ser los gallegos y el equipo filial de juveniles, pero más que nada para que no nos pille la primera carrera y estemos oxidados», comenta el responsable técnico, que intenta que su equipo vuelva lo mejor posible tras confinarse cuando estaba en un momento de forma excelente. La formación saldrá a rodar por la zona de Nigrán, en donde está fijada la sede.

«Una de las grandes suertes que hemos tenido es que el equipo estaba muy bien, como una moto, y el acabar esta primera fase bien, con moral, ayuda en la preparación. Ahora estamos trabajando un poco como si fuera una minipretemporada, no nos podemos descuidar porque el gran objetivo del año, que aparte de ilusión es realidad, es intentar ganar la Copa de España y no nos podemos descuidar y tenemos que volver con las orejas bien tiesas», indica Serrano. Cuando llegó el parón la escuadra flúor colideraba la general por equipos con 86 puntos, los mismos que el Caja Rural.

La fecha que tiene marcada en rojo el Vigo-Rías Baixas es el 9 de agosto cuando se reanude la Copa de España en Valladolid, pero el mes de julio está, a priori, lleno de citas para acelerar la preparación, comenzando por una carrera en Beasain, para acometer luego la Vuelta a Zamora, la clásica Iberdrola y la Vuelta a Ávila a finales de julio. Tampoco descartar alguna entrada en Portugal, aunque con el cierre de fronteras parece más complicado. Por el momento la temporada está prevista para cuatro meses, entre julio y octubre.

«El problema es el pistoletazo de salida, como en todos los deportes. Cuando se empiece el ciclismo no será ajeno a otros ámbitos de la sociedad con sus medidas», comenta Serrano, que en este primer fin de semana dividirá a sus corredores en tres grupos en determinados lugares y en el resto ya se encargará la carretera de marcar distancias. De cara a la competición, la Federación marcó una pautas de seguimiento en donde además de las clásicas (mascarilla, guantes, geles y toma de temperatura) también se presta especial atención a las salidas y llegadas. Las charlas técnicas también exigirán precauciones.

«Muchos gastaron todos los repechos de su concello»

En el largo confinamiento Marcos Serrano admite que hubo momentos para todo. «El trabajo ha sido más psicológico que otra cosas. Al principio sonaba a gracia lo de montarse al rodillo, luego hubo un momento de mucha decadencia, desmotivación y ahora poco a poco se va viendo un atisbo de luz y aprovechar una cosas».

Aunque lo más curioso apareció cuando los ciclistas pudieron salir a entrenar por los límites de su municipio. «Fue imaginación pura y dura, hay ciclistas que ahora han conocido mucho más su concello porque al ciclista al final le gusta ir lejos y si tienes que hacer 200 kilómetros haces 100 para allá y otros tantos de vuelta no al lado de casa, y muchos me comentan ahora que han consumido todos los repechos de su concello». De hecho, los recorridos municipales fueron la comidilla en la videoconferencia semana: «Más que ver los entrenamientos nos contábamos las peripecias de como hacia cada uno». Incluida alguna llamada al orden de la autoridad «sobre todo en zonas en donde no había cultura ciclista».