Miles de vigueses se echan al monte para desescalar en parques forestales

María Jesús Fuente Decimavilla
maría jesús fuente VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Las mesas se ocupan antes de las nueve de la mañana. Los comuneros piden «sentidiño»

08 jun 2020 . Actualizado a las 00:16 h.

Contaban con que el acotamiento de las playas para guardar la distancia de seguridad atraería más gente a los parques forestales, pero las comunidades de montes en mano común de Vigo no se imaginaron que la avalancha fuera tanta y tan precoz. «Está claro que la gente se va a tirar al monte. El primer sábado que se pudo salir flipamos. La zona entre Saiáns y Oia estaba llena de coches. Pensamos que en verano se pondrá a tope», comenta Uxío González, presidente de la mancomunidad de montes de Vigo. Le alegra que la gente disfrute de ellos, pero con precaución, sobre todo la que baja en bici por los senderos, ya que al estar más concurridos es peligroso. «No nos oponemos a que la gente venga, pero con sentidiño. Es una propiedad de la comunidad de montes y hay que respetarla, también en lo que se refiere a residuos. Hay muchos contenedores y si no, se lleva la basura a casa», indica.

El también presidente de la comunidad de montes de Saiáns pide que se lleve mascarilla, no para usarla de forma permanente, porque la extensión permite distanciarse sin problema, sino por si se da la circunstancia de hablar con otras personas. «Hay mucha gente paseando, el otro día por la pista ancha de San Miguel a Coruxo cambié varias veces de lado», dice.

Los montes más visitados son, en general, los que tienen cantina: Vixiador (Candeán), monte dos Pozos (Valadares), Beade, Zamáns y Bembrive, aunque todos tienen sus peculiaridades y atractivo.

Sobre la posibilidad de que aumente el peligro de incendios, Uxío González está convencido de que cuanta más gente, más vigilancia. Recuerda que el mayor peligro radica en los montes particulares, menos cuidados. «El plan de empleo del Concello permite todos los años tener personal para la limpieza del monte; la verdad, que se agradece porque es una labor preventiva muy importante desde el 2012», confirma.

La comunidad de montes de Saiáns es la única de Galicia que dispone de barbacoas al aire libre para usar todo el año. Solo el lago de Castiñeiras cuenta con otra, pero en este caso se encuentra situada en el interior de una estructura. El resto de los montes se ven obligados a prohibir la utilización de los asadores entre el 30 de junio y el 30 de septiembre. «La gente es muy responsable, llega a las nueve de la mañana, limpia la mesa con sus productos y desinfecta. Controla mucho». Tal es el éxito de la iniciativa, que todo el mundo quiere una barbacoa como la de Uxío. Ánima y asegura que no es complicado hacerla, que solo es cuestión de voluntad.

Candeán

Debido precisamente a la afluencia de gente que se espera para este verano, Óscar Domínguez, presidente de la comunidad de montes de Candeán y responsable del chiringuito del monte Vixiador, es partidario de que el uso de las barbacoas se permita durante todo el año y está dispuesto a reivindicarlo. «No deberían prohibir este año los asadores; nosotros tenemos uno, pero se trata de que las familias tengan mas servicio; en 30 años los parques forestales no ardieron nunca y es una pena que en verano no puedan venir las familias a hacer un churrasco», indica. Está convencido de que el monte ya estaba de moda, lo que pasa ahora es que es el sitio ideal para mantener la seguridad.

«El Vixiador es el más visitado durante todo el año. La gente viene a coger setas, a andar en bici, a correr, a pasear... Como es muy llanito vale tanto para niños como para personas mayores, todos los caminos están pisados. Aunque haya mucha gente, se distancian y no hay problema», explica Domínguez. Lo único que necesita el parque es una mano para adecentar mesas, bancos y asadores. «Las personas que vienen son muy educadas, ahora vendemos mucho para llevar, pedimos que traigan envases de plástico para que no queden residuos. A veces por uno se generaliza y se dice: ‘¡Qué cerda es la gente!’ Y no es así. Cuando limpian por las mañanas, los del servicio de Parques y Jardines del Concello no recogen porquería. Estoy encantado».

Lo único que hace falta es , a su juicio, que la gente siga las instrucciones y no vaya por libre. Por lo demás, no hay problema.

El Monte dos Pozos es otro de los parques forestales más concurrido. Pertenece a la comunidad de montes de Valadares junto con el monte Alba y el Cepudo. En los tres casos cuentan con restaurantes.

Como el resto de los comuneros, el presidente la de la comunidad de montes de Valadares, Gregorio Álvarez Pereira, está convencido de que este verano «se va a petar» y que tendrán la necesidad de ampliar servicios para que la gente se distraiga y disfrute. Con tal motivo, la mancomunidad de montes de Vigo, de la que es vicepresidente, ha presentado al Concello un programa para organizar caminatas por circuitos de los distintos parques forestales. El tope de participantes será de unas cincuenta personas con la idea de que no se produzcan aglomeraciones y se acompañarán de guías. De recibir el visto bueno, se desarrollarán todos los sábados de 18.00 a 20.00 horas. «Cada comunidad de montes tendrá su propio circuito, los guías explicarán las plantas y como no hay problemas de espacio, habrá música tradicional y cada uno podrá llevar su merienda», explica Gregorio Álvarez.

Está de acuerdo en que no se puede poner café para todos, pero cree que habría que estudiar cada caso a la hora de permitir las barbacoas en verano. Cita el monte dos Pozos, donde la plantación es de roble americano y no hay peligro de incendios.

Si en algo coinciden los responsables de las distintas comunidades de montes de Vigo es que el peligro de incendio no está en sus parques forestales, sino en las fincas privadas. Pese a las reiteradas peticiones del Concello, muchos se resisten a limpiar sus propiedades. «Hay vecinos que sí lo han hecho, pero todavía hay mucha gente irresponsable que se cree que no va con ella», comenta el presidente de la mancomunidad de Vigo, Uxío González. Y si de algo se han ocupado siempre las entidades que agrupa es de mantener el monte en perfecto estado y de fomentar su disfrute entre los ciudadanos. Curiosamente, la mayor parte de la gente que acude ahora no son vecinos de esas parroquias, sino del casco urbano de Vigo, según confirman los representantes.