La música en bares queda para septiembre

Begoña Rodríguez Sotelino
begoña r. sotelino VIGO / LA VOZ

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En Vigo hay una decena de salas con espectáculos en directo, con aforos de menos de 300 personas, que ven inviable programar en verano; quieren asociarse para buscar soluciones

01 jun 2020 . Actualizado a las 16:50 h.

Si la crisis del covid-19 genera problemas para hacer conciertos en grandes espacios, tampoco los pequeños se salvan. La distancia social se mantiene a duras penas en grandes auditorios de amplio aforo si el reclamo es masivo, pero el mismo problema se genera con reclamos menores si el espacio es mínimo. Es lo que ocurre en las salas de concierto viguesas, que son todas de tamaño pequeño y vinculadas a negocios de hostelería. Este sector ha podido arrancar de forma parcial en la fase 1 de la desescalada, pero no los bares con música en directo.

Quique Rodríguez, responsable de La Fábrica de Chocolate, vinculada a su vez a la productora Esmerarte, explica que como bar tienen pensado abrir en el mes de julio. «Realmente no nos interesa hacerlo antes. El casero se ha portado genial y no nos cobra el alquiler, estamos diez personas en un ERTE que acaba a finales de junio y abrir sin seguridad tampoco apetece. Con un 30 % de aforo, además, no compensa», argumenta. Por eso en La Fábrica, con un aforo máximo de 275 personas, ya no se plantean ofrecer música en directo hasta septiembre, pensado en que para entonces la vieja normalidad quizás haya regresado. «De todas formas, si vemos que en julio todo va mejor que ahora y hay demanda, tampoco descartamos pode hacer algún concierto en formato pequeño», advierte. Mientras tanto, van sucediendo cosas, las que ahora se pueden hacer. Por ejemplo, la emisión vía Facebook Life de conciertos en streaming, como el del grupo Sinsinati, que ofrecieron el jueves, 21 de mayo, a través de Facebook Live. Y entre una cosa y otra, aprovechan para poner el local a punto.

En La Iguana Club lo tienen todavía más difícil. La configuración de la mítica sala hace casi imposible el distanciamiento social.

Como recuerda Billy King, uno de los socios, «el escenario puede medir como mucho 4x2», y el espacio que hay delante tampoco da para mucho». El músico y hostelero ve complicado hacer ensayos y abrir incluso solo como bar en un local que tiene un aforo de 249 personas. «Quizás en julio, pero para conciertos no tenemos fecha, la incertidumbre es tremenda. Antes de septiembre no creo», reconoce.

En directo o nada

Otro de los habituales de la música en directo es El Contrabajo. Pablo Lorenzo, su actual responsable, está, como los demás, a la expectativa, pero tiene muy claro que quiere seguir reforzando su establecimiento como local para la música en directo y sí puede abrir, pero sin ese aliciente, prefiere esperar. «Con el aforo de 80 personas que tenemos, entre los músicos y el personal de sala no podrían entrar más de 20 espectadores, así que no compensa». Lorenzo, que se hizo cargo del local en junio del año pasado, también opta por que se den circunstancias más favorables. El empresario cuenta que hace unas semanas todos los afectados del sector en Vigo crearon un grupo de WhatsApp. Celebraron ya una reunión para abordar los problemas conjuntos y crece la intención de crear una asociación de salas de conciertos de Vigo, que superan la decena y podrían incluir a los que acogen otro tipo de espectáculos, no solo música.