Tren y autobús: de competidores a aliados

Pablo González
pablo gonzález REDACCIÓN / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Obras en la estación intermodal de Santiago
Obras en la estación intermodal de Santiago XOAN A. SOLER

La Xunta espera estrenar las dos primeras intermodales, Santiago y Ourense, al final del verano. Más adelante vendrán Vigo y Pontevedra. El objetivo es acercar el AVE a una población dispersa

26 abr 2020 . Actualizado a las 16:17 h.

«La forma de extender los beneficios de la alta velocidad más allá de la red de ciudades que une se lleva a cabo mediante el diseño de una red de transportes complementaria de calidad, a escala regional. Dicha red, cuyos nudos se sitúan a una menor distancia, hace posible una mayor accesibilidad». Esta reflexión del catedrático de Ferrocarriles de la Escuela de Ingenieros de Caminos de la UDC, Miguel Rodríguez Bugarín, apuntaba ya hace unos años -en su momento fue alto cargo de la Consellería de Infraestruturas- a crear una red de cooperación entre los autobuses y el tren de alta velocidad, en un país como Galicia en el que se veía necesario ampliar la accesibilidad al ferrocarril de una población dispersa, situada fuera de los grandes núcleos urbanos que contarán con una estación conectada a la alta velocidad.

De esta y otras reflexiones a lo largo de los últimos diez años surgió la idea de las estaciones intermodales, que no son más que terminales de ferrocarril con una estación de autobuses -normalmente la central de la ciudad- adosada o conectada al edificio ferroviario de viajeros. Se plantean estos proyectos para las siete principales ciudades gallegas, aunque las primeras que estarán en marcha serán las más estratégicas para la llegada del AVE, prevista para junio del 2021, pero que probablemente se retrasará por la crisis del covid-19. Son las de Ourense -nudo de entrada de la alta velocidad en Galicia-, Santiago -crucial para el Xacobeo- y Vigo. Las dos primeras podrían estar listas antes de que termine el verano si se solventan algunos problemas de suministros para la construcción de la pasarela que une la de Santiago con el edificio ferroviario. La de Vigo, con una gran complejidad urbanística para el encaje de todas las piezas, podría estar acabada en abril del 2021.

Obras en la intermodal de Vigo
Obras en la intermodal de Vigo Óscar Vázquez

A Coruña, rezagada

A Coruña debería estar en este grupo, pero fuentes de la Consellería de Infraestruturas explican que los cambios de criterio del anterior gobierno municipal, tanto sobre el proyecto como sobre las responsabilidades a asumir, «impidieron su avance al mismo ritmo que las otras tres». En cambio, la reforma de la de Pontevedra ya está en marcha, pese a formar parte de una segunda fase en la que se incluye Ferrol y Lugo, dos ciudades descolgadas de la modernización ferroviaria.

Bugarín recordaba en su momento que en las experiencias existentes para buscar la cooperación entre dos medios de transporte que son competidores hay de todo. En algunos casos la experiencia fracasó por «una mala planificación». Por ejemplo, una deficiente sincronización de horarios entre los distintos modos, información insuficiente a los potenciales usuarios o la ausencia de billetes combinados. Un ejemplo de fracaso es el caso de la conexión por autobús de Ponferrada con la estación del AVE de León. El servicio se inició a finales del 2015, pero se suprimió el 1 de abril del 2016 por su baja utilización. Lo mismo sucedió en Benidorm y Torrevieja, a pesar de ser localidades muy turísticas.

Hay más experiencias de fracaso similares en España, lo que contrasta con lo que sucede en otros países europeos. Parece, reconoce el catedrático de Ferrocarriles, que en España hay una reticencia al transbordo, que se acrecienta con el cambio de modo de transporte. Y recuerda una frase de un ingeniero algo cínico al respecto: «La intermodalidad es un concepto que los ingenieros adoran, pero que los viajeros detestan».

Obras en ka intermodal de Ourense
Obras en ka intermodal de Ourense MIGUEL VILLAR

Parece que los estudios realizados en Galicia, un territorio con un asentamiento poblacional muy particular, irían en la línea de sustentar estas iniciativas de colaboración entre modos, «para facilitar al conjunto de la población gallega el acceso a esos servicios ferroviarios rápidos y modernos», sostienen en la consellería, en referencia no solo a los servicios de alta velocidad de larga distancia, sino también a la red de altas prestaciones interior que une A Coruña con Vigo y Santiago con Ourense. El hecho de que haya compañías con una gran flota de autobuses como Arriva que se lance a explotar la línea ferroviaria A Coruña-Vigo-Oporto va en esta dirección.

No obstante, en la consellería se quejan de que las reformas previstas en las estaciones de tren, que dependen del Ministerio de Transportes, «no han tenido un desarrollo óptimo».