Una comunidad de García Barbón exhibe su apoyo a dos médicos, dos enfermeras y una auxiliar que viven en su edificio
17 abr 2020 . Actualizado a las 05:00 h.«Elías, Alejandra, Pili, Ana y María del Pilar, en este edificio estamos orgullosos de nuestros vecinos médicos, enfermeras y auxiliares». El presidente de la comunidad de vecinos de Boavista, Jesús Matilde, en Vigo, colgó ayer en el portal un cartel de agradecimiento a los cinco vecinos que trabajan como sanitarios. Son dos médicos, dos enfermeras y una auxiliar que residen en el número 100 de la avenida de García Barbón. A efectos estadísticos, en una de cada seis viviendas del edificio reside un profesional de la medicina.
El presidente y la vicepresidenta Carmen Celeiro son dos de los promotores de la iniciativa. Quisieron salir en defensa del colectivo. «Dado el acoso que hay en algunos sitios hacia los sanitarios (entiendo que por miedo), nosotros, en la comunidad Boavista y en este caso en el portal número 100, hemos preparado un cartel en su apoyo», afirma Jesús Matilde. El cartel es una forma solidaria de brindarles apoyo a los sanitarios ahora que en otras comunidades de propietarios están invitando a marcharse de su piso a los facultativos por temor a que estén infectados y que, al volver de su trabajo en el hospital, contagien al resto. A una enfermera del sur de España le pintaron el coche llamándola «rata contagiosa» y unos vecinos de Galicia acosaron a una cajera de supermercado para que se fuera a vivir a otro lado.
En Boavista no solo no rechazan a los sanitarios, sino que muestran su orgullo hacia su labor pegando carteles en el portal. El texto va dedicado a Elías, Alejandra, Pili, Ana y María del Pilar. La junta de propietarios les aplaude «por estar al servicio de los demás en la pandemia».
Por la tarde, el presidente Jesús Matilde mostró el cartel a la enfermera Ana. Ella ya lo había visto y le había escrito emocionada por wasap: «Muchas gracias por el detallazo». También contestaron por wasap los dos médicos, el matrimonio formado por Elías y Alejandra, tras ver el cartel: «En estos momentos en los que ni siquiera puedes ver a tu familia por miedo a contagiarlos, da gusto llegar a casa después de un duro día de trabajo y encontrarte con las muestras de cariño de tus vecinos. Gestos como estos nos animan a seguir plantándole a esta pandemia». «Entendemos que psicológicamente además de los aplausos de las ocho de la tarde necesitan algo más», añade el presidente.
El edificio tiene nueve plantas y se ubica en la rotonda de Isaac Peral. Son 252 vecinos. En el bloque aludido residen 32 y es la primera iniciativa de este tipo que hacen pero prevén ampliarla al resto. «Cada vocal o representante lo agradece, nominal o no, porque, a veces, no sabe bien las profesiones de sus vecinos», dice Matilde, del portal 100. Entre ellos sí se conocen y salen cada día a las ocho de la tarde a aplaudir. Y los sábados, su vecino David, que es DJ, pincha música una hora para animar a todo el edificio.