Vigo pone a funcionar su propio Amazon para el pequeño comercio

Begoña Rodríguez Sotelino
begoña r. sotelino VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Óscar Vázquez

La plataforma DBarrio ya tiene 150 negocios en un servicio que los conecta a la modernidad

08 abr 2020 . Actualizado a las 14:34 h.

Poco antes de que explotara la crisis sanitaria generada por el coronavirus, echaba a andar a pequeños pasos la plataforma viguesa de comercio online DBarrio. La pegatina que identifica a los negocios que se suman a esta idea empezó a verse en enero en algunas tiendas y restaurantes. En marzo superaban el medio centenar y la crisis del COVID-19 hizo que creciera como la espuma el número de interesados. Actualmente ya son 150 y hay lista de espera. No es de extrañar ya que en un momento en el que acercarse físicamente a comprar se ha convertido en un problema, DBarrio se ha convertido en una solución: al unirse al sistema, el asociado pasa a formar parte de una web con espacio para su propia microweb a través de la que el cliente puede realizar pedidos. Y además, el método les proporciona un equipo de repartidores a domicilio sin más quebraderos de cabeza.

La web funciona como un marketplace con espacio para cada uno con su propia URL y respecto a gigantes del sector, tiene ventajas como una rapidez difícil de superar, ya que el producto ni viene de Asia ni siquiera de otro punto de España, sino de la tienda de las esquina. «Los pedidos se pueden recibir en casa en una hora y en ocasiones, en menos de una hora», certifican.

Otra característica que la diferencia de otras es que el consumidor puede elegir el repartidor comparando precios y plazos, «y los trabajadores que hacen las entregas no son falsos autónomos, sino autónomos de verdad que eligen a dónde prefieren ir», asegura Pablo Sánchez creador de la empresa que, a su vez, colabora con otras, ya asentadas, de informática y reparto.

«En DBarrio no hay multinacionales sino pescaderías, carnicerías, fruterías... gente que no estaba en el juego y se ha dado cuenta de que tienen que estar y cuanto más, mejor», afirma. Por ahora está en Vigo y algún punto del Val Miñor y O Morrazo Cangas. Por la situación actual no se extendió a más zonas que les requieren. «Preferimos hacer y mejoras en Vigo y estar en toda Galicia, cuando se pueda», resume.

Pablo Sánchez: «Estaba harto de ver carteles de tiendas que cerraban alrededor de mi calle»

El ingeniero industrial Pablo Sánchez (Vigo, 1980) ha trabajado durante años en el sector de la automoción y la mecánica de soldadura hasta que se introdujo en la parte de desarrollo de negocio en ingenierías. Llevaba un tiempo en ello y reconoce que le picó el gusanillo de emprender por su cuenta.

-Cómo le asaltó esa idea?

-Fue algo muy sencillo. Yo vivo en una calle bastante céntrica de Vigo y me dolía y estaba harto de todos los días cantidad de bajos comerciales con carteles de «se alquila», «se vende», «se traspasa», viendo cómo iban desapareciendo tiendas de barrio. Empecé a darle vueltas y me pareció que podía tener viabilidad una plataforma que uniese a todo el pequeño comercio y modernizarse. Me parecía que cerraban a pesar de tener producto de calidad pero no vendían porque no estaban en una calle súper comercial.

-¿La plataforma les proporciona esa visibilidad?

-¡Claro! Si no pasa la gente por tu calle, la visibilidad en redes es aún mejor. Llevaba dos años con la idea y decidí lanzarme. Empezamos con el desarrollo y la fase de pruebas y en cuanto salimos tuvo buena acogida porque facilita las cosas a un comercio que tiene unos recursos limitados.

-¿Cómo soluciona eso?

-Pusimos unas tarifas muy económicas. Hay varias, pero la que está cogiendo la mayoría es una que cuesta alrededor de 100 euros al año y un 5 % de las ventas. Eso no les supone nada comparado con otras plataformas que les cobran muchísimo más. Al principio fidelizamos a muchos que lo hacían por razones más sentimentales que económicas, por creer en el proyecto, porque somos de aquí y por la idea que nos anima, la del apoyo al comercio local. Pero luego, una vez dentro, me llamaban sorprendidos con lo bien que funcionaba.

-¿Y ahora?

-Ahora, con el coronavirus, es una locura. Antes teníamos un ritmo de altas entre dos y tres al día y teníamos que ir detrás de posibles asociados. Ahora vienen ellos a nosotros y tenemos lista de espera. Les vamos atendiendo por orden de llegada.

-¿Exactamente qué les proporciona DBarrio?

-Le montamos una web dentro de la nuestra, con su propio enlace, con el PTV virtual para que los clientes puedan comprar online y pagar con tarjeta. Y les damos también un servicio de reparto a domicilio exprés gestionándolo todo nosotros. Además de publicidad con publicaciones en las redes sociales y empresas de márketing colaboradoras.

-¿Se les pide algún requisito previo?

-No, lo que no admitimos son negocios grandes sino pequeños emprendedores. Además queremos comerciantes que estén a favor de apoyar proyectos sociales con una pequeña parte de sus beneficios. Cada tienda elige el proyecto social que prefiere favorecer con cada compra que el cliente le hace.