Las obras de Vigo entran en hibernación

alejandro martínez VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Concello y Xunta paralizan, obligados, las construcciones que tenían en marcha

31 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Las obras públicas y privadas de Vigo están paralizadas desde ayer en cumplimiento con la orden dictada por el Gobierno para disminuir la movilidad de las personas y las probabilidades de contagio del coronavirus. Cientos de obreros que trabajaban en diferentes construcciones en la ciudad olívica guardan cuarentena en sus casas.

Las zonas del centro urbano donde se están ejecutando las actuaciones más ambiciosas aparecieron desiertas y sin el ruido de la maquinaria que se había convertido en algo cotidiano durante los últimos meses. Tan solo en las obras de la futura Ciudad de la Justicia, en el antiguo Hospital Xeral, había por la mañana algunos operarios trabajando pero, según confirmaron fuentes de la Xunta, acogiéndose a la moratoria para ultimar actuaciones necesarias para poder ejecutar el parón.

La zona de trabajo de la Gran Vía quedó vallada con maquinaria y materiales dentro. La empresa adjudicataria experimentó un bajón en su plantilla la semana pasada por la imposibilidad de desplazarse los obreros contratados en Portugal. Pero pudieron superar ese bache y sumar más operarios para no perder el ritmo. Ahora tendrán que esperar a que pase la Semana Santa.

Sin tráfico

Del mismo modo, los trabajos para la construcción del túnel de la Porta do Sol también se encuentran pausados. La empresa había comenzado a excavar el paso subterráneo a la altura del número 3 de la calle Policarpo Sanz. Al encontrarse parte de la calzada levantada en este punto, resulta inviable que vuelva a abrirse el tráfico mientras dure la orden de paralización.

El endurecimiento de las medidas para prevenir contagios también han supuesto un frenazo para las obras de construcción de la futura estación de tren de alta velocidad, que marchaban a buen ritmo hasta ahora. Teóricamente este paréntesis del sector no debería repercutir en un retraso en los plazos de finalización, siempre y cuando se cumpla la disposición del Gobierno de que los trabajadores afectados recuperen las horas perdidas hasta el 31 de diciembre, negociando la forma con sus empresas.