Repatriados a Vigo desde Holanda 65 marineros gallegos de reparación de plataformas

Carlos Punzón
Carlos Punzón VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Xoán Carlos Gil

Técnicos de Sanidad Exterior aguardaron en Peinador para comprobar que ninguno de los viajeros tuviese síntomas del coronavirus

24 mar 2020 . Actualizado a las 22:47 h.

Sesenta y cinco marineros gallegos han llegado este martes al aeropuerto de Vigo procedentes de Ámsterdam en un vuelo que su compañía fletó para repatriarlos hasta Galicia, foco tradicional de contrataciones de la firma holandesa Allseas dedicada al montaje y reparación de plataformas petrolíferas.

Todos los trabajadores fueron conducidos a tres autobuses y seis taxis para llevarlos a sus hogares, ubicados en Boiro, Ribeira, Marín, Cangas, Moaña y O Porriño entre otros enclaves. Fuentes de la organización de la recepción a los marineros indicaron que dos técnicos de Sanidad Exterior se habían trasladado al aeropuerto vigués para comprobar que un pasajero que tosía con reiteración desde que el vuelo partió esta tarde del aeropuerto de Schiphol en Ámsterdam no presentase otros síntomas compatibles con el coronavirus, como así resultó. A todos los desplazados se les solicito sus datos personales y se les informó sobre cuál es la situación en España tras la declaración del estado de alarma, así como deben de proceder si les surgen síntomas propios de la infección que ha causado la pandemia.  

Del avión de la compañía Corendon, holandesa con base en Turquía, un Boeing 737-800, descendieron a cuentagotas los marineros, en su mayoría provistos de mascarilla. «Nosotros estamos limpios, venimos como de una isla, el miedo es lo que nos podamos encontrar aquí», señaló uno de los desplazados al desembarcar. Otro compañero señaló que en el barco en el que trabajan, el «Pioneering Spirit», eran sometidos a controles diarios para descartar la presencia del coronavirus entre la tripulación. 

Xoán Carlos Gil

El barco, el mayor del mundo en tamaño de los dedicados a la reparación de plataformas petrolíferas, operó en los mares de Noruega y abordo contaba con marineros gallegos cuyo turno de trabajo oscilaba entre mes y medio y dos semanas. Ningún familiar acudió al aeropuerto de Vigo, que este martes presenta una estampa inédita al estar completamente vacío pues el anterior avión, el único regular del día, aterrizó a las 8.45 horas procedente de Madrid.

«Los gallegos somos los mejores del mundo en el trabajo de atención a las plataformas», coincidieron en señalar varios de los llegados a Peinador en el vuelo de repatriación. «Por eso nos contratan, y lo llevan haciendo desde hace muchos años», añadieron, aunque indicaron que en el buque la tripulación también está compuesta por holandeses, croatas, filipinos, entre otras nacionalidades.

El vuelo partió de vacío en su regreso, siendo del mismo modelo que los Ryanair, con unas 180 plazas por tanto. Habitualmente es destinado por la aerolínea holandesa a la realización de vuelos chárter y otros de bajo coste desde el centro de Europa a plazas turísticas como Ibiza, Palma de Mallorca, Londres o Bucarest, entre otros muchos destinos por precios que oscilan desde 30 a 90 euros.