Entran por la fuerza en diez coches aparcados en 2 garajes de Pi i Margall

J. R. VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

XOAN CARLOS GIL

Ocurrió en la madrugada de ayer y los vehículos afectados se eligieron al azar

11 mar 2020 . Actualizado a las 11:25 h.

Un reguero de robos en coches, durante la madrugada del domingo, dejó con la boca abierta a los vecinos de la calle Pi i Margal de Vigo en la mañana de ayer. Ocurrió a medida que la noticia corría de móvil en móvil, de portal en portal o de garaje en garaje. Y es que fue en estos espacios soterrados donde se cometió el último reguero de sustracciones por la fuerza conocido en Vigo. Un decena de vehículos aparcados en dos garajes se vieron afectados. Los autores de los robos -se cree que al menos eran dos, uno para actuar y otro para vigilar el acceso a los garajes- accedían al interior de estos espacios forzando sus puertas levadizas o cerraduras.

Una vez dentro, elegían los vehículos al azar. Lo explica de forma clara uno de los afectados: «Mi coche es un Citroën con 8 años, de lo más corriente. Al lado tengo un Ford Focus de los nuevos, y al otro un Audi. Pero el coche que eligieron fue el mío. Total para llevarse un gorro de lana y unas gafas de sol. Eso sí me fastidia, ellos no sabían de las gafas porque no estaban a la vista. Y los coches de al lado son mejores, así que, en base a estos datos, concluyó que escogen los coches aleatoriamente». En el mismo garaje del afectado, que prefiere mantener el anonimato, actuaron en un segundo vehículo.

«El mecanismo es siempre el mismo. Rompen la ventanita pequeña que hay sobre los espejos retrovisores o traseros para meter la mano y llegar a la palanca que abre la puerta. Luego, ya es todo suyo el coche», explica con rabia el mismo vecino tras presentar la denuncia en la comisaría de la Policía Nacional de Vigo. Por las mismas dependencias públicas pasaron, a lo largo del día de ayer, otros afectados con un doble enfado generalizado: el primero por lo ocurrido, y el segundo por los contratiempos ocasionados en domingo.

Ayer mismo por la mañana ya pudo verse a la Policía Nacional recorriendo cada garaje en el que se tenía constancia que entraron a robar. La recopilación de restos biológicos o huellas puede ser determinante, incluso colillas de tabaco. Aunque lo más común es que los cacos, a poco que supiesen hacer su trabajo, llevarían guantes para evitar que se identifiquen sus huellas. Está por ver. Explican en la comisaría que el proceso de investigación lleva sus tiempos. Cada coche, por la falta de luz en los garajes, tendrá que ser desplazado a la comisaría para su inspección. «Por ahora no se presentaron todas las denuncias, sí algunas y la patrulla ya se desplazó por la mañana [de ayer]. También empezó a trabajar la unidad científica, pero son varios vehículos y eso lleva tiempo», concretan fuentes policiales antes de añadir:

«Lo peor de estos robos es que casi siempre se llevan objetos sin valor, es mucho peor el trastorno que causa. Aunque siempre hay casos curiosos, siempre hay algún denunciante que guardaba, justo el día que entran por la fuerza en su coche, las joyas de su madre, un ordenador último modelo o algún reloj de gran valor».