«Vigo me ha fagocitado para hacerse bella»

Alejandra Pascual Santiago
alejandra pascual VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

XOAN CARLOS GIL

Xavier Magalhaes, reconocido discípulo de Laxeiro, prepara exposiciomes en Alemania, Bélgica y Argentina

04 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Es de Vigo sin serlo. Una conversación con Xavier Magalhaes es una oda al entendimiento del mundo a través de las artes y su legado cultural, un compromiso con el embellecimiento y la historia de la ciudad. Tras toda una vida dedicado a los lienzos y salpicado de pintura, a sus 66 años considera que todavía le queda todo para llegar a su plenitud artística.

Es de Vigo sin serlo, pero, en fin, un artista de su talla puede ser de todas partes. Nació en Pontevedra y llegó a ciudad olívica a los 17 años, donde se formó como pintor. Fue así como nació su devoción por Vigo, por sentirse libre y adquirir una perspectiva de la vida al abrigo de la ría. «La ciudad me lo brindó todo y me respaldó y respetó como artista», recuerda. Sin embargo, el don de los pinceles ya lo tenía desde pequeño, cuando todavía no atesoraba las armas de un artista, pero se valía de rotuladores y pinturas para rayar las paredes de su casa.

Cuando más desarrolló su vena artística fue de la mano del reconocido pintor Laxeiro, hecho que le ha convertido hoy en día en uno de sus discípulos más reconocidos. El de Lalín le enseñó desde joven a entender el mundo desde tres principios fundamentales: la libertad, la pintura y Galicia. «Los tres grandes amores que un artista gallego puede tener», considera Magalhaes. «Fue Laxeiro quien me enseñó a pintar, canalizando mis obras y aleccionándome con todo lo que tenía que conocer de las bellas artes», asegura.

Su primera exposición la recuerda en los años setenta, siendo todavía un novato en la industria de la pintura. A base de lienzos, mandiles, pinceles y chorretones multicolor adquirió experiencia, hasta consagrar su primera muestra institucional en 1980 en la Casa de la Parda, coincidiendo en fechas con los inicios de la movida de los ochenta, de la que fue pionera la ciudad de Vigo, entre otras. Magalhaes vivía entonces en un escenario influido por una fuerte revolución cultural, con ansias de tener su tan estimada libertad. Eran años de oro para cualquier profesional de su gremio. «La generación siguiente a la mía disfrutó de Lodeiro, Tomé, Coia… Esta gente fue precisamente un pulo revulsivo, tanto desde el punto de vista social como político, y se convirtieron en ejemplos inspiradores a nivel nacional», refresca en su memoria. Aquel Vigo fue el que lo vio crecer como artista, conformándose una personalidad cercana, charlatana, amable y muy propia en lo artístico. «Esta ciudad logra canalizar las emociones, pero es especialmente inspiradora en el aspecto humano, que es la cualidad más importante», apunta el pintor. «Su historia artística está construida por cantidad de gente que no somos de aquí y que, sin embargo, la llevamos por bandera. Nos ha fagocitado para hacerse bella, desde un aspecto positivo». Su taller en la calle Mantelas es su refugio, donde prepara tranquilamente su próxima serie, Rosso, y sus futuras exposiciones en el sur de Alemania, Bruselas y una muestra especial en Buenos Aires, junto a Rubén Borrés y Osvaldo Jalil.

El nuevo trabajo que ocupa a Magalhaes se denomina Rosso. Se trata de una serie de entre veinte y treinta piezas con fondos rojos, un color que él asocia con la felicidad. Es consciente del resto de significados atribuidos tradicionalmente a este tono, pero el pintor agradece la inocencia de los niños que lo visitan y que, sin prejuicios asociados a las paletas, ven en el rojo un color vivo, que los sorprende y que les contenta. Para la fotografía de este periódico posa con su obra «Corsé», una pieza con la que el artista trata de demostrar que en la vida deben reventarse todas las imposiciones para alcanzar la libertad. Establece de esta forma un paralelismo con las circunstancias de índole social o políticas que pueden afectar a cualquiera y frenarlo en su impulso de emancipación. A pesar de las ofertas, todavía no tiene una fecha de exposición decidida ya que quiere dedicar tiempo a su trabajo sin presiones externas.