Una guatemalteca fue víctima de una red de trata y luego sufrió abusos en un piso de Vigo

e. v. pita VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Imagen de archivo de los juzgados de Vigo
Imagen de archivo de los juzgados de Vigo Xoán Carlos Gil

Una misma mujer se cruza en dos investigaciones distintas sobre la inmigración ilegal en la ciudad

01 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La investigación del caso de las pornochachas ha sacado a la luz que una de las afectadas, una guatemalteca, fue víctima también de una red de tráfico de personas a la que seguía la pista otro tribunal de Vigo. En un caso, ella es testigo protegida y en otro no porque llegó ilegalmente a España cuando ya estaba abierta la investigación contra la red que la trajo y, por tanto, los hechos son posteriores.

La inmigrante ilegal fue reclutada entre el 2018 y el 2019 por una organización de Guatemala que surtía de empleadas del hogar a diversas casas de Vigo. Ella llegó después de que la jueza de Instrucción número 5 de Vigo abriese una investigación tras tener conocimiento de que varias religiosas estaban recomendando como trabajadoras del hogar a simpapeles. Las monjas actuaban de buena fe para hacer un favor a las mujeres y a sus empleadores, por lo que la jueza solo le siguió la pista a los reclutadores.

Mientras se hacían las pesquisas, la red captó a otra inmigrante y le organizó un viaje a Vigo. Cuando llevaba algunos días en la ciudad, la mujer acudió por su cuenta a una entrevista de trabajo en el piso de Castrelos. Allí, un matrimonio hacía exploraciones vaginales y tocamientos en los pechos a las candidatas a asistentas e internas para cuidar a su hija de seis años. Les decían que formaban parte de una poderosa organización que les daría trabajo, les pondría un chalé y reuniría a toda su familia en España. Se aprovechaban de las simpapeles. El principal sospechoso falleció al tirarse por la ventana de un noveno piso cuando la comisión judicial entró a registrar el piso y su esposa, como cómplice, espera en prisión el juicio.

Así, la inmigrante se cruzó, por causalidad, con dos investigaciones judiciales en Vigo desarrolladas contra la trata y explotación de inmigrantes aunque solo es testigo en la del piso de Castrelos junto a otras seis víctimas de supuestos abusos.