Vigo solo cubre dos de las quince plazas de bomberos en comisión de servicio que ofreció en España

J. R. VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

M.MORALEJO

Los profesionales acusan al Concello de no promocionar el concurso entre las administraciones del país pese a su obligación

26 feb 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La precaria plantilla de bomberos de Vigo anhelaba la incorporación de 15 nuevos compañeros ya formados llegados en comisión de servicio. Se trataba de un deseo por la situación concreta que implica, es decir, profesionales ya formados que no precisan hacer prácticas para empezar a trabajar al máximo nivel. Pero la realidad ha vuelto a ser tozuda con este colectivo de emergencias tan importante para la ciudad. Al final, de las 15 plazas tan solo hubo 8 candidatos que optaran a ellas. Lo peor es que finalmente solo se confirmó la incorporación de dos, que proceden de Zaragoza y de Álava. Las otras tres plazas no se cubren y en la plantilla tienen muy claro de quién es la responsabilidad de que una oferta de empleo en la primera ciudad de Galicia quede tan desierta.

Los bomberos señalan al Concello de Vigo por incumplir su obligación de promocionar las citadas 15 plazas entre las diferentes administraciones que se reparten en el Estado. Lo que sí hizo el Concello fue publicarlas en el Diario Oficial de Galicia (DOG): «Ahí sí cumplieron, pero en el resto no. Las plazas no se promocionaron», explica el portavoz de la CIG Miguel Ucles antes de añadir: «El problema es que el Concello de Vigo está en un momento histórico de falta de personal, algo nunca visto, y que está completamente colapsado para dar servicio a los ciudadanos. Ellos son los que realmente están sufriendo esa falta de trabajadores. Resulta irónico y paradójico que el Concello de Vigo acuse a la Xunta de privatizar la sanidad pública cuando ellos están privatizando o externalizando todos los departamentos municipales que pueden».

Dos fallos condenatorios

Recuerdan en la CIG que el Concello acumula dos derrotas judiciales en el último año, ambas sentencias dejaron al descubierto la precariedad laboral a la que está sometida el Concello. Sin embargo, la concejala de Seguridad Ciudadana, Elena Espinosa, no da muestras de cambiar ese escenario laboral pese a la rotundidad de los fallos judiciales. Y todo ello en medio de una huelga con servicios mínimos que también han sido tumbados judicialmente: «Se hace patente la ausencia total y absoluta de motivación en la concreción de los servicios mínimos»; «la propuesta del jefe del servicio y del jefe del área de seguridad se limita a fijar en veinte (más el propio jefe en funciones) el número de efectivos cuya presencia resultaba imprescindible cada uno de los días durante los cuales se desarrollase la huelga».