Las raíces feministas de la mujer árbol

Begoña Rodríguez Sotelino
begoña r. sotelino VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

XOAN CARLOS GIL

Paula Mariño empezó alimentando su blog con nombres de autoras olvidadas y ahora, como profesora de secundaria, lo enriquece con nociones de Historia del Arte, la segunda de sus tres carreras

19 feb 2020 . Actualizado a las 23:10 h.

Paula Mariño (Vigo, 1958) siempre ha visibilizado a través de su propio trabajo y en colaboraciones con otras iniciativas, el papel de la mujer en el arte. Al igual que en otros campos, está constatado que el éxito es también una cuestión de género. Actualmente hay diversos proyectos activos (como el de Diana Larrea con Tal día como hoy), dedicados a rescatar de la desmemoria a cientos de mujeres artistas a través de la historia, pero el de la viguesa comenzó mucho antes. En el 2012 comenzó el blog A muller árbore «que soy yo», confiesa. Y allí comenzó a colgar, junto a pinceladas sobre la historia del arte, biografías de autoras olvidadas o poco conocidas por el gran público, como Elizabeth Siddall o Ángeles Santos. 

En su propia trayectoria, Mariño atravesó etapas diversas que al final la llevaron a donde siempre quiso estar. Desde niña dibujaba y recuerda que la única vez que la echaron de clase fue «por pintar unas muñequitas». Primero hizo Magisterio, aunque nunca ejerció, luego Historia del Arte y después Bellas Artes. «Empecé a trabajar cuando acabé la tercera carrera, pero inicié una cuarta. Hice varias asignaturas de Publicidad», indica con humor recordando que los acontecimientos vitales la fueron llevando: «Estudié Magisterio estando ya casada y con un bebé, después me apeteció mucho estudiar Historia, que siempre me ha encantado, y cuando surgió la oportunidad de hacer Bellas Artes, la tomé. No podía irme fuera, lejos, porque tenía ya dos hijos, pero cuando abrió la Facultad de Pontevedra, me lió una amiga y allá me fui, con 32 años», explica. De hecho, la autora confiesa que se considera artista como tal cuando en el tercer curso, en 1993, hizo su primera exposición individual. «Antes de eso era una diletante aprendiendo», indica.

Paula Mariño también fue profesora de pintura en la Escola de Artes e Oficios (EMAO) durante ocho años. Hace cuatro lo dejó por su segunda carrera y actualmente es profesora de secundaria en el IES de A Guía, donde, confiesa, también está muy a gusto. «Dejar la EMAO fue una decisión muy dura que me costó tomar porque me encantaba, pero a veces hay encrucijadas difíciles y al cuarto año de estar en la lista de sustituciones, pasando por varios centros en Vigo y Pontevedra, tenía que elegir o seguir con el Estado o con el Concello de Vigo», justifica.

Repaso en el Museo do Mar a su trayectoria

Ya esté ejerciendo como docente con su segunda y su tercera carrera, lo que a Mariño le importa es que sigue trabajando como artista, en su estudio, cada vez que las obligaciones laborales se lo permiten. Reconoce que ahora ya no se dedica a la creación con tanta intensidad, pero añade a la falta de tiempo, la menguante escena cultural local. «En Vigo habían un montón de galerías y ya casi no quedan. La actividad es cada vez más escasa», lamenta. «El mundo del arte está muy mal y se vende muy poco», añade.

Su último gran montaje fue hace cuatro años, en una exposición individual en el Museo do Mar en la que hizo un repaso por toda su trayectoria expresionista referente al mar y los árboles, «que son dos de mis temas recurrentes cuando pinto, porque cuando hago fotografía mi estética está más ligada al feminismo y al cuerpo aunque a veces combino ambas cosas como en los libros de artista donde además añado poemas míos», cuenta.

En este momento, Paula Mariño explica que aunque sigue con la serie Simas, que es la que llevó al Museo do Mar, está iniciando una nueva. llamada Flora. «Es incipiente y necesita un reposo para seguir avanzando. En ella utilizo muchos materiales extrapictóricos como el líquido que sale del aloe vera, café, ramas de árboles, pigmentos que manipulo con barnices y cosa con las que llevo trabajando muchos años», enumera. La creadora viguesa también tiene un canal en YouTube en el que explica técnicas artísticas. «Ahora lo tengo algo abandonado porque en el instituto trabajamos mucho, aunque tengamos mala fama», admite.