Una empresa proyecta el primer cementerio de mascotas de Vigo

alejandro martínez VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

M.MORALEJO

La iniciativa en San Andrés de Comesaña es declarada de interés municipal

12 feb 2020 . Actualizado a las 08:25 h.

El primer cementerio ecológico para mascotas del país podría ser una realidad en los montes de San Andrés de Comesaña. Una empresa que surgió al amparo del programa Vigoemprende ha llegado a un acuerdo con la comunidad de montes de San Andrés de Comesaña, que está dispuesta a ceder más de cuatro hectáreas junto al antiguo vertedero del Zondal para llevar a cabo esta iniciativa.

El gobierno municipal calificó la semana pasada el proyecto de interés municipal y ultima la concesión de la licencia. Este reconocimiento supondrá para los promotores un ahorro a la hora de abonar tasas e impuestos municipales. La iniciativa se dividirá en dos fases. En un momento inicial abarcará una extensión de 7.000 metros cuadrados en torno a una edificación en ruinas de 1920 que será rehabilitada para instalar el crematorio.

La comunidad de montes reserva otros 30.000 metros cuadrados de terreno, donde se llevará a cabo una intervención paisajística para la creación de lo que han bautizado en el proyecto como «parque forestal de la memoria». La iniciativa es singular porque no hay ninguna otra empresa de cremación que ofrezca a los usuarios la posibilidad de enterrar a sus mascotas ni una infraestructura donde poder velarlas y darles el último adiós. El cementerio será ecológico porque todos animales serán incinerados previamente a su enterramiento para evitar la contaminación del subsuelo. La empresa plantea ofrecer un servicio premium, que consistirá en el enterramiento de las cenizas del animal y la plantación de un árbol joven encima.

Las instalaciones dispondrán de un invernadero donde los clientes podrán elegir el árbol que deseen para honrar a su mascota. Las concesiones serán renovables cada dos años, hasta un máximo de ocho. También existirá la posibilidad de enterrar los restos en un árbol ya existente, con un máximo de doce urnas en cada uno de ellos. El terreno cuenta en la actualidad con 676 árboles y se prevé la plantación de otros 400 para la creación de un pequeño bosque botánico.

Los usuarios también podrán llevarse las cenizas en una maceta con un árbol para que los puedan plantar en sus propias fincas.

El cementerio tendrá una sala de meditación ambientada con música zen con columbarios donde colocar las urnas con cenizas sin necesidad de enterrarlas.

Velatorios

El centro hará las funciones de tanatorio para animales. «Cuando el cliente llegue a nuestras instalaciones, el cuerpo del animal estará debidamente presentado sobre una mesa, de tal manera que parezca que está descansando», afirma Débora Blázquez, promotora de la iniciativa. Los animales se conservarán en una cámara frigorífica hasta el momento del velatorio. Los dueños de las mascotas podrán seguir el proceso si así lo desean a través de una ventana.

El servicio estará dirigido especialmente a la cremación de perros y gatos, de no más de 120 kilos de peso. Los promotores piensan establecer alianzas con clínicas veterinarias para prestar servicios de eutanasia. El cementerio será un espacio abierto que podrá ser visitado sin restricciones de entrada. «Buscamos un lugar rico y diverso en acciones y actividades que doten a San Andrés de Comesaña de un nuevo equipamiento que vaya más allá del uso exclusivo del cementerio», señala Débora.

«Cuando murió mi gata, comprendí que hay formas dignas de despedir a una mascota»

La idea de crear un cementerio ecológico de mascotas surgió a raíz de la experiencia personal de Débora Blázquez, responsable del proyecto. Su gata Cebra murió al cabo de ocho años tras sufrir un accidente después de estar tres días agonizando en un hospital veterinario. El golpe fue muy duro para toda la familia y, cuando llegó el momento de recoger su cuerpo, solo tenían la opción de que la clínica gestionase la incineración del cadáver para acabar en una fosa común o poder llevarse una urna para su casa.

«No podía creerme que un ser que te ha dado tanto en vida, no tuviera opciones más dignas que nos ayudaran a despedirnos de ella», señala. Así, se dio cuenta de que con el proyecto de cementerio podría solucionar una necesidad, a la vez que le daba la oportunidad de explotar un nicho de mercado.

Raíces Celtas

Así fue como fundó la empresa Raíces Celtas, «que surge como una iniciativa empresarial con clara vocación biófila, que busca potenciar o fortalecer este sentido de conexión mediante tres principios de diseño, la naturaleza en el espacio, la analogía de la naturaleza y la naturaleza del espacio».

El proyecto de cementerio para los animales cuenta con un estudio económico en el que se deduce la rentabilidad de la instalación. También cuenta con un informe favorable del Igape, que considera viable la iniciativa. Raíces Celtas no se queda ahí: también está en mente de la promotora la apertura en Vigo de un cementerio ecológico para humanos.