Un impostor se apropia de un pedido de 80 prendas al engañar a una mensajería

E. V. PITA VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

POLICÍA NACIONAL

El verdadero destinatario llamó al transportista para quejarse una semana después porque no le habían repartido su encargo

10 feb 2020 . Actualizado a las 20:44 h.

La picaresca no tiene límites en Vigo. El último truco es ver los avisos que dejan los transportistas en una tienda o un domicilio por entregas pendientes de mercancías e irlas a recoger a los almacenes haciéndose pasar por los verdaderos destinatarios.

La Policía Nacional de Vigo ha detenido a un vigués de 41 años como supuesto autor de un delito de apropiación indebida. El implicado, presuntamente, fingió ser un comerciante y engañó a una empresa de mensajería para que le entregase el pedido de 80 prendas.

Todo empezó el 10 de enero cuando el implicado telefoneó a una empresa de reparto para preguntar por una mercancía, de la cual tenía noticia de que iba a llegar. Los transportistas le explicaron que no la habían entregado porque la tienda estaba cerrada los viernes por la tarde y que la habían depositado en su almacén. Entonces, el interlocutor les dijo si podía ir personalmente a recoger la ropa el sábado por la mañana porque les urgía mucho.

El sábado, al mediodía, llegó el falso comerciante en una moto a recoger el pedido pero no contaba con que la caja fuese de gran tamaño. Llamó a un conocido para que le ayudase, y el cual llegó poco después con un todoterreno para retirar la mercancía. Tras cargar la caja, firmaron el albarán de entrega y se marcharon.

Pasada una semana, la empresa que debía recibir el envío llamó para quejarse a la transportista porque no les había llegado el encargo. En el almacén le dijo que el paqueta ya lo habían entregado y que el receptor le habían firmado los albaranes de entrega. Sin embargo, la persona que firmó el recibo no era ningún empleado de la empresa sino un impostor.

La policía siguió la pista  de los sospechosos que recogieron el paquete y descubrieron su identidad. Recuperaron la ropa y detuvieron al cerebro, que ya tenía arrestos anteriores.