El negocio del pescado y marisco genera 143 millones al año y en Vigo, 183
08 feb 2020 . Actualizado a las 21:15 h.El guiso de rape sigue siendo un imprescindible en los platos caseros de la cocina viguesa. Cuando los barcos llegan a puerto, tienen su recompensa. Por algo es el número 1 en ventas y subastas en descargas de pesca fresca en el muelle de O Berbés. Este pescado blanco es todo un negocio que el año pasado movió 39,41 millones de euros, la mayor cifra de las lonjas viguesas, a la que solo se le acerca el mejillón, con 33 millones, y el gallo, con 22,6.
Hay que tener en cuenta que, por sí solas, la ventas de este pescado equivalen a casi la tercera parte del negocio que mueve la lonja de O Berbés, que ascendió a 142,78 millones el año pasado. Es un poco menos que en el 2018, por lo que la facturación se mantiene estable.
¿Cuál es el secreto del rape? Por un lado, esta familia lofiforme se puede encontrar en bajos arenosos y fangosos de la costa atlántica, incluidas las rías gallegas. Eso facilita mucho su captura. Del rape negro se comercializaron 7.101 toneladas el año pasado y del blanco, algo más de 95.
Una de las sorpresas del rape es que su precio no es de los más baratos. Sale en las pujas a 5,55 euros el kilo, al mismo precio que el salmón. Está valorado por encima de los 3 euros de la merluza, los 3,81 del gallo, del 1,87 de la palometa o los 75 céntimos del jurel. Esto apunta a que es una especie muy demandada tanto en los hogares gallegos como en otros mercados. El rape negro mueve mucho, tanto en volumen como en negocio.
La segunda especie que genera más dinero es el gallo, otro habitual de las mesas gallegas. Se descargaron casi 6.000 toneladas el año pasado, a 3,81 euros el kilo.
Por rentabilidad, el besugo alcanza precios de 14,83 euros, una de las mayores cotizaciones, y, por las 148 toneladas descargadas se pagaron 2,2 millones.
En cuanto a los mariscos y moluscos, el mejillón encabeza el ránking de facturación con 33,6 millones de euros. Se descargaron casi 37.000 toneladas y el kilo se pagó a 91 céntimos. Es el segundo mayor negocio del mar.
En segundo lugar, le sigue la almeja, cuyos comercializadores facturaron 6 millones de euros con 632 toneladas. El kilo salió a diez euros. La tradición ostrera de la ría de Vigo tuvo su recompensa: 3,96 millones.
Otros clásicos como el pulpo o el calamar rondaron los 2,50 millones de facturación cada uno. Hay que pensar que el pulpo se paga a 5,92 euros el kilo en la lonja y se vende la ración a diez euros o más en los mesones.
En total, la pesca fresca descargada en el puerto de O Berbés superó los 41.617 toneladas (un 4 % más que en el 2018) pero se facturó casi igual, 142,7 millones. Esto refleja una leve caída de los precios. Respecto al puerto de Vigo, se movieron 79.774 toneladas y se facturó 183 millones. También cayeron los precios, poco.