El famoso humorista participará en Vigo en una espectáculo con Flo y Santiago Segura
30 ene 2020 . Actualizado a las 05:00 h.El sábado 8 de febrero se darán cita en el auditorio Mar de Vigo Santiago Segura, Flo Fernández y José Mota para invocar el humor a través del espectáculo El sentido del humor: Dos tontos y yo.
-¿El humor es el sexto sentido?
-No lo sé, pero es necesario porque es una de las tablas de salvación; siempre ha sido una herramienta que ayudó a coser heridas, pero hoy en día es un bálsamo necesario porque es algo que sirve para restarle importancia a casi todo. No sé si es el sexto sentido, pero uno de ellos es.
-En «El golpe de gracia», su programa de fin de año en Televisión Española, hacía una crítica a las dificultades que tienen los humoristas en la actualidad, en contraposición a lo que ocurría hace años.
-No es justo juzgar ahora lo que se hizo hace veinte años. Hay que juzgarlo con la óptica del momento, no obstante, yo estoy a favor de todos los logros sociales de colectivos que se están consiguiendo. Pero, el humor hay que entenderlo como es un guiño; en mi tierra, cuando uno no iba al colegio, decían que hacía novillos, así que el humor es algo que le hace novillos a la vida, al menos por un momento. Deberíamos ser todos cómplices del humor, de ese guiño que le hace a la vida porque es como tomarse una licencia. El humor es para mí un arma de construcción masiva, como dijo el compañero Luis Piedrahita. Todo lo que se quiera mirar por encima de eso, me parece que sobra y es gratuito. El humor es el cemento que une las cosas que no pegarían de ninguna manera.
-¿No le parece que son inimitables políticos como Pedro Sánchez y Pablo Casados, pero en el verdadero sentido de la palabra?
-Sí, no dan el aprobado en comedia. La hornada de políticos que hubo antaño era más parodiables. A estos, si los metes en el caldo del humor a hervir media hora sale el caldo transparente. No sueltan.
-¿Cómo fue su reencuentro con un espectáculo en directo?
-Llevaba sin salir a los teatros más de veinte años, pero siempre tuve la sensación, al terminar un espectáculo, de encontrarme como nuevo porque el humor es, en primer lugar, algo terapéutico para mí; me vacío de energía negativa y me llenó de la positividad del público. Por eso, para mí es una inyección de vida absoluta.
-¿Ha evolucionado la relación de ustedes tres sobre el escenario?
-Hemos respetado la premisa, que es una especie de estudio o ponencia sobre el humor y cómo el ser humano lo ha utilizado a lo largo del tiempo para defenderse de la agresión del entorno. Pero, a partir de ahí hemos desplegado una serie de análisis sobre la comedia. Ahí, nuestras intervenciones son lo que dispara la comedia en el propio espectáculo. Y todo eso ha ido evolucionando a lo largo de estos meses. Hoy, el espectáculo es mejor que cuando empezó.
-Dijo Carlos Latre de Cruz y Raya, que fueron los primeros que rompieron la tradición de parodiadores y se mostraron como imitadores. ¿Está de acuerdo?
-Agradezco el cumplido, pero siempre he prestado más atención al contenido que al continente, porque primó más el mensaje, y por eso utilizaba la imitación de alguien para algo, aunque su voz no fuese tan parecida al original; todo eso es mucho menos importante que el contenido de lo que uno quiera contar. Un golpe de gracia estaba encaminado a eso; los cómicos pretenden devolver la sonrisa que la política a hurtado a la gente de la calle.