«Mis clientes no tenían ni para comer y fui al híper de Coia a hacerles la compra»

e. v. pita VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

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Los abogados de oficio de Vigo, que asisten a 9.000 vigueses al año, muestran su lado solidario y altruista

27 ene 2020 . Actualizado a las 22:13 h.

La justicia gratuita goza de buena salud en Vigo. Esta misma semana, dos abogados de oficio de Vigo pusieron 15 euros de su bolsillo para pagar la indemnización por robar una botella de vino en un súper y librar a sus defendidos de pasar ocho meses en prisión. Un gesto que asombra a sus colegas. «No conozco a nadie que ponga dinero por ayudar al cliente», admite la abogada Ana Sarabia, y recuerda que un letrado del turno «tarda 90 días en cobrar».

El año pasado, el Colegio de Abogados de Vigo estudió 9.097 solicitudes de ciudadanos sin recursos que pidieron defensa gratuita. Al bajar del estrado, también hay altruismo. Muchos le echan un cable al cliente y les llevan bocadillos, les dan suelto para el bus, los acercan en coche a su casa, les pagan las tasas judiciales, les compran alimentos o hacen de paño de lágrimas.

El abogado Manuel García Álvarez  cuenta que, aunque no puso directamente dinero en un pleito, «seguramente porque las responsabilidades civiles eran muy superiores», sí ha actuado en otras circunstancias. «He pagado el viaje a casa, bocadillos, cafés, muchos, o incluso les hice la compra de alimentos básicos a unos ciudadanos polacos que vivían en una furgoneta», comenta. Recuerda que, antes de que Polonia entrase en la UE, los detuvieron por circular con un furgón con matrícula española sin seguro. «No tenían ni para comer, y yo fui a un hipermercado de Coia, les hice la compra básica de leche, pan, fiambre y algo de fruta y se la llevé donde tenían el furgón aparcado, por Peritos. Dormían dentro, en colchones».

JESUS SILVA

El veterano letrado Jesús Silva cuenta que, hace años, cuando el Gobierno implantó el pago de las tasas para recurrir una sentencia, tuvo que salir al rescate de su defendido. «Mi cliente no podía hacer frente a los 700 euros para recurrir. Como yo sabía que las probabilidades de ganar ante la audiencia Provincial superaban un 80 %, pagué las tasas de mi bolsillo y se ganó. Si no lo hubiera hecho mi cliente hubiera perdido una indemnización de 16.000 euros», cuenta el abogado. Silva añade que hubo segunda parte: «De esta anécdota tuvo conocimiento directo el anterior ministro de Justicia, Rafael Catalá, en una visita al PP de Vigo cuando le hablé de la torpeza de imposición de tasas. Menos mal que fueron eliminadas. Muchos clientes no pudieron recurrir».

Por su parte, la abogada Josefina Barros cuenta que «nunca tuvo que poner yo dinero o algo parecido». Sin embargo, hizo una labor detectivesca para un defendido. «En una ocasión, para ver si le atenuaban la pena, a un hombre que lo acusaban de intento de homicidio, me recorrí medio pueblo en el municipio de Gondomar, donde fueron los hechos, para ver si en los bares del lugar había alguien que le pudiera echar una mano. No era tanto como él decía, en muchos casos no te cuentan toda la verdad y a veces trabajas para nada».

La jurista Ana García Costas relata que «alguna vez he dado dinero para coger el bus al salir del juzgado o les he acercado a su casa. Algún bocadillo he comprado pero nada que tuviese incidencia en el procedimiento».

Otra profesional, Josefa Cerdeira, del bufete Cer-Bal, dice que la ayuda a mayores del cliente «es lo habitual» en el turno de oficio. Dice que «muchas veces es terapia psicológica con la gente y que nadie nos paga y a veces ni agradece». Eso incluye atender llamadas durante el fin de semana, «llantos de horas» en el despacho y todo ello «casi gratis». «Si al final el turno es un acto altruista mucho más que económico», recalca.

José Vila y Asunción González son los encargados del Colegio de Abogados de Vigo que gestionan el turno de oficio y resuelven las incidencias. La oficina examinó 9.092 solicitudes de vigueses que pidieron defensa gratuita el año pasado y que financia la Xunta. Más de 1.220 fueron rechazados porque el solicitante tenía ingresos altos.

El año pasado, los abogados de oficio asistieron en comisaría y en la guardia a 2.633 detenidos. En su mayoría, eran conductores que circulaban ebrios, sin carné o de forma temeraria, así como descuideros de tiendas pillados in fraganti. También atendieron a 567 supuestos maltratadores que acababan de ser detenidos por violencia de género. Los abogados de oficio intervinieron sobre todo en litigios matrimoniales, con 1.285 expedientes, y por asuntos de deudas (2.419 casos), que incluyen también la defensa a inquilinos desahuciados. También atendieron a 273 demandados en el turno administrativo y contencioso, que incluye Extranjería, así como a 772 trabajadores en el turno laboral. En Violencia de Género prestaron defensa a 542 personas y en los tribunales de lo penal a otras 582.