Hay una bonita tienda de ropa en el centro de Vigo que se llama Con I de Iria. Y, cuando paso frente a su rótulo, siempre me pregunto qué sucedería si su dueña se llamase Ana. O Amparo. O Ángeles. O Andrea. Si el nombre de la tienda tendría otra gracia distinta si el nombre empezase por la letra A.
Otro tanto ocurrió el año pasado con una exposición organizada por el CSIC que estuvo de gira por varias ciudades de España. Pretendía reivindicar a las mujeres que destacaron en Astronomía, como es el caso de la ourensana Antonia Ferrín Moreiras, descubridora de varias estrellas dobles en el pasado siglo. La muestra se llamaba CON A de astrónomas. Cuando llegó a Vigo, un gran cartel la anunció en la Casa das Artes, con una tipografía bastante confusa, que no ayudaba mucho: CON A de astrónomas.
Es lo que tiene pensar lemas muy lejos sin conocer otras lenguas, aquí el gallego, concretamente. Lo mismo sucedió con la marca Hyundai, que vende en Galicia su modelo Kona. Es el mismo nombre de las cafeteras que promocionaba la difunta Karina Falagan. Pero en Portugal, por un evidente motivo cacofónico, el coche lo han rebautizado Kauai.
A lo largo de la historia, ha habido un Ford Corrida, un Nissan Moco y un Mazda Laputa. Por Vigo, circulaban muchos Hyundai Scoupe. Y al Mitsubishi Pajero le cambiaron el nombre por Montero.
Así que no sé si Hyundai, como en Portugal, se avendría a un cambio de nombre. Pero en la avenida de Madrid hay una valla con una chica junto al coche de marras con el lema: «Los mejores momentos son los que disfruto de mi Kona». Es de sospechar que aquí ya haya cierto cachondeo…