El juez archiva el hallazgo de 140 cajas de fármacos que intoxicaron a 11 menores

e. v. pita VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Los juzgados de Vigo tramitan más de 300 desalojos al año.
Los juzgados de Vigo tramitan más de 300 desalojos al año.

El tribunal no ve delito y sobresee la causa después de que la policía le comunicase que había encontrado los medicamentos

11 ene 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Caso cerrado. El Juzgado de Instrucción número 2 de Vigo ha dictado el sobreseimiento y archivo del hallazgo de 140 cajas con fármacos tiradas en la plaza de la Industria. Once menores las vieron junto a un contenedor de basura y las mezclaron con alcohol, lo que resultó ser un cóctel letal que dejó en coma a un adolescente y en observación al resto de la pandilla, que iba acompañada de un colega de 18 años.

El juez sostiene que no hay caso porque la policía solo le comunicó el hallazgo de los medicamentos tirados en la calle y eso no constituye ningún delito. Incluso si descubriesen a la persona que se deshizo de las cajas, no habría infracción.

El asunto se cierra así judicialmente, pues no tiene más recorrido a nivel legal, aunque el incidente generó gran alarma porque un menor tuvo que ser hospitalizado con riesgo para su vida tras caer desplomado e inconsciente en la acera de la avenida de Florida. La policía acudió al centro médico y logró entrevistar al menor sedado en su cama. Así lograron sonsacarle dónde encontró las pastillas y quiénes eran los amigos que lo acompañaban. Necesitaban sus nombres para contactar con toda la pandilla y avisarles del peligro que corrían. A varios les transmitieron el mensaje por las redes sociales, lo que fue decisivo para que acudieran al hospital a hacerse un chequeo para comprobar si estaban intoxicados.

Una patrulla acudió a la plaza Eugenio Fadrique y localizó los medicamentos. Había gran número de pastillas pero de la misma especialidad: opiáceos, anticoagulantes y vasodilatadores. Alguien, en vez de acudir a tirarlos a un contenedor especial y gratuito de recogida que tienen todas las farmacias, optó por abandonarlos en la vía pública.

Las farmacias del barrio quedaron descartadas porque sus distribuidoras les recogen gratuitamente las medicinas caducadas.

La principal hipótesis que se baraja es que un particular hizo «limpieza» en casa de un familiar fallecido. Se trataría de un enfermo crónico que necesitaba gran cantidad de medicamentos y que aún tenía en su vivienda cuando murió. Las piezas del puzle encajan porque los fármacos están relacionados con una enfermedad del corazón y los opiáceos sirven para paliar un dolor crónico.

Güija y droga

El episodio de los adolescentes que hicieron un cóctel con pastillas tiradas y alcohol se suma al de otra pandilla juvenil que, supuestamente, entró en una casa de veraneo de un vecino de Vigo para hacer la güija. Durante la sesión de espiritismo, causaron destrozos. Hay sospechas de que, incluso a tan corta edad, pudieron haber ingerido algún tipo de estimulante o droga.