Rachas de 80 km/h desvían o cancelan vuelos y obligan a desmontar la noria

E. V. PITa VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Óscar Vázquez

El transporte de ría cerró toda la jornada por el mal tiempo y los bomberos realizaron más de 30 salidas durante la tarde

22 dic 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Primero fue Elsa y ahora Fabien. La alerta roja por la borrasca explosiva Fabien obligó a los encargados de la noria gigante del parque de la Alameda a desmontar las carlingas. Las rachas de casi 90 km/h que azotaron Vigo desde las 16.00 horas llevó a los operarios a cerrar al público la atracción y retirar una a una las cestas para evitar que se balanceasen sin control por el fuerte aire. Forma parte del protocolo de seguridad del Concello. La operación de retirada de asientos culminó pasadas las 18.00 horas.

La alerta roja también generó preocupación en los bares y restaurantes cercanos a la Alameda y el puerto de Vigo. Muchos encargados retiraron por la tarde sus maceteros para evitar que los volcase el viento.

Óscar Vázquez

Fabien también generó ayer por la mañana rachas de viento de 80 km /h en el aeropuerto de Peinador, en Vigo, lo que obligó a desviar a Oporto un vuelo procedente de Tenerife y cancelar otros en la línea con Madrid. Algunos pasajeros de Vigo optaron por reclamar la devolución del dinero y viajar en su coche privado a sus destinos. Los demás se trasladaron en autobús.

El último vuelo de la tarde, la salida a Madrid de AirEuropa a las 20.45 horas también fue cancelado. También hubo retrasos.

A mayores, por el mal estado de la mar, las navieras que operan entre O Morrazo y Vigo suspendieron el servicio de transporte de ría durante toda la jornada.

La Policía Local de Vigo y los Bomberos tuvieron trabajo durante la tarde, con decenas de llamadas, pero las incidencias eran de escasa consideración. En general, hubo caídas de árboles, chapas desprendidas de tejados y contenedores desplazados. Los bomberos, a última hora de la tarde, ya habían superado las 30 salidas. En la jefatura local de la policía admitían: «El teléfono no paró de sonar en toda la tarde». Hoy seguirán las lluvias.