«Nos vemos el domingo con el gordo»

VIGO CIUDAD

M. Moralejo

El dueño del local vigués que vendió un décimo agraciado en el 2018 tienta a la suerte

21 dic 2019 . Actualizado a las 20:20 h.

El gordo del año pasado cayó en el establecimiento de Juan Fernández.

Ni la borrasca Daniel ni tampoco Elsa. No hay tormenta posible que impida que se acumulen compradores de boletos en la administración de loterías de Juan Fernández, situada en la Porta do Sol. Pero, a diferencia de lo que nos pueda hacer creer cualquier campaña de publicidad, en el rincón de lotería de Juan los deseos se cumplen de verdad. El 22 de diciembre del 2018 el gordo, el 03347, tenía un décimo perdido en Vigo. Tocaron 400.000 euros en la ciudad.

«Fue un número que rechazó mucha gente, porque era bajo y feo», recuerda Juan Fernández. El responsable de la céntrica administración confiesa que días antes de la celebración del sorteo decidió sacar un 7 final más, y así fue como imprimió el número 47 de forma aleatoria por el terminal. Ese boletito cargado de dinero estuvo expuesto en su mostrador toda una mañana «y nadie lo quiso», asegura.

El de este vendedor es un negocio pequeño, acogedor, en el que los boletos de lotería, los números y las primitivas están expuestos para deleite de los vigueses y los turistas a la antigua. Y es que las administraciones de lotería no se entregan al derrotismo de una sociedad cada vez más acostumbrada a las compras online. Sus consumidores todavía sienten el gusto de elegir el número esperanzador en establecimientos de las ciudades por las que viajan a lo largo del año y sacarlos a pasear el 22 de diciembre, como un documento de culto.

A Juan Fernández fue un responsable de prensa quien le mencionó que había tocado uno de sus números. «No me lo creía, lo acredité con uno de nuestros terminales y me confirmaron que ese número lo tenía en mi local», recuerda el dueño del establecimiento. Entra a trabajar cruzando el moderno paso de cebra de Porta do Sol y desde el otro lado del semáforo se detiene a apreciar lo pintoresco de su local. «Cuando me enteré de que el gordo era el 03347 me sentí como si me hubiera tocado a mí», y de esta forma González confirma el cariño que tiene por su afortunado establecimiento.

Pero Juan Fernández no se arrepiente de no haberse hecho con esa anhelada combinación. «Por nosotros pasan decenas de números, me ahorraría si comprase todos los números que pasan por aquí», apunta el administrador. «Mi apuesta cada año es siempre a la terminación 631», comenta. Y muestra de ello es el número rojo que luce en su local en grande con esa combinación. Su apuesta de este año va encaminada en ese mismo sentido, el vendedor no se rinde y tiene una corazonada. «Además eso de que el siete es el número de la buena suerte ya se terminó», añade.

Durante esta época del año las melodías navideñas no dejan de sonar en este rincón del centro de Vigo lleno de esperanza. Desde lo sucedido el pasado año, Juan Fernández ha notado un incremento de clientela en su local. Vigueses y turistas aprovechan sus paradas por este rincón de Porta do Sol para dejarse caer por el establecimiento de loterías y comprar algún boleto, una práctica que comenzó ya el pasado mes de agosto. ¿Y si vuelve a tocar aquí? Ese es el distintivo que solo podría lucir este establecimiento de loterías en Vigo, pero también el pensamiento de toda esta clientela, desde la más fiel a la más supersticiosa. Pero Fernández también relaciona las colas que se acumulan en los alrededores de su local con el éxito de las Navidades de Vigo. «Mucha de la clientela que se deja caer por aquí es de fuera», apunta. En días señalados, como el puente de la Constitución, el lotero puede llegar a vender más de 3.000 boletos.

Pero para Fernández no importa lo extraordinario que haya sucedido: su apuesta sigue siendo el 631 y tiene la corazonada de que este año en su local caerá «más de un premio».

Pie FOTOAXENCIA

Los vigueses apuran sus últimos días para probar suerte.

Algunos turistas ya compraban en agosto.