La operación comenzó tras detectarse 27 casos de personas que resultaron intoxicadas por norovirus, rotovirus y virus hepatitis A tras comer marisco en distintos restaurantes de Cantabria y Asturias. Todos ellos habían ingerido almeja japónica.
e. a.
Hacía algún tiempo que la Guardia Civil venía apreciando que cada vez abría más expedientes por irregularidades detectadas en el transporte de almeja. Y todos incoados por problemas en los documentos de control y trazabilidad de las partidas. Meras infracciones administrativas que se saldaban con la correspondiente sanción. Pero resulta que en verano se dispararon varias alertas sanitarias tras detectarse 27 casos de personas que resultaron intoxicadas por norovirus, rotovirus y virus hepatitis A tras comer marisco en distintos restaurantes de Cantabria y Asturias. Todos ellos habían ingerido almeja japónica.
A raíz de esas intoxicaciones denunciadas por la Dirección de Salud Pública de Cantabria, la Guardia Civil comenzó a repasar todos aquellas denuncias por documentación irregular en el transporte de almeja. Y ahí se encontró el hilo que detonó la operación Txuspas, liderada por el Seprona y coordinada por Europol, que permitió desmantelar una red internacional que introducía almeja japónica contaminada en España. Porque detrás de las meras infracciones administrativas había delitos contra la salud pública, falsedad documental, y asociación criminal.
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