La Xunta rebaja en 6 años su petición de cárcel por el asesinato de Ana Enjamio

e. v. pita VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

M.MORALEJO

Pide 27 años al no ver probado que una foto de ella enviada por Adrio vulnerase la intimidad

17 dic 2019 . Actualizado a las 21:56 h.

La Xunta, que ejerce la acusación popular en el juicio por el asesinato de Ana Enjamio perpetrado hace tres años en Vigo, ha reducido su petición de cárcel a 27 años para el acusado César Adrio. Así lo anunció ayer la abogada del Gobierno gallego, que es parte en el juicio que se celebra en la sede viguesa de la Audiencia porque considera el crimen como un delito de violencia machista. Es la misma petición de prisión que pide la Fiscalía. Consideran que Adrio asesinó a la víctima en su portal con 28 cuchilladas (32 si se cuentan los rascazos intimidatorios).

La razón por la que la Xunta rebaja su petición inicial es que, en su informe de conclusiones, hizo una modificación y retiró de su escrito de acusación el delito de vulneración de intimidad de la joven. Son seis años menos de los que la Xunta pidió al comienzo del juicio. Esto se debe a que la letrada que representa a la Administración gallega no ve evidencias de que César Adrio haya cometido un delito al enviar una foto por WhatsApp al novio de la víctima en la que aparecían desnudos en la cama el acusado y Enjamio.

La abogada de la Xunta admite que la imagen, a la que tuvo acceso el jurado, es oscura y no se ven partes íntimas, y solo se ve la parte superior del cuerpo, como alegó el acusado en el juicio. Este dijo que quería desanimar a su rival y boicotear su reconciliación con Ana. Además, la Xunta admite que algunos testigos no reconocen sus figuras en la imagen. Por ello, entiende que la foto puede ir incluida dentro del delito de coacciones, que mantiene.

El abogado de la familia, que ejerce la acusación particular, también redujo su petición de cárcel de 39 a 32 años y se alineó con la Fiscalía. Retira el delito de homicidio (matar sin intención) y asume que fue un asesinato con las agravantes de alevosía y abuso de superioridad. El abogado de los padres de Ana Enjamio, que pertenece al bufete internacional Price Waterhouse Cooper, pide 25 años por asesinato, dos años por acoso, y otros cinco por vulneración de la intimidad. También retiró el delito de hurto de los efectos de Ana Enjamio, para los que pedía meses de cárcel.

El letrado privado explicó que simplificó todos los delitos que había solicitado para evitar que el jurado se confunda y así facilitar que pueda centrarse en los delitos clave. Por su parte, la Fiscalía mantuvo su petición de cárcel de 27 años por asesinato y acoso. La defensa pidió la libre absolución al considerar que el acusado es inocente y no cometió ningún crimen.

El asesino era diestro

En la vista de ayer declaró por videoconferencia una perito del departamento policial de Criminalística de Madrid, la cual examinó los cortes detectados en el abrigo, el vestido y el sujetador de la víctima. Tenía rajada una manga de la levita por los movimientos de defensa de la víctima. La mayoría de los cortes, hasta 24, estaban en la parte alta e izquierda del vestido y otro en el escote. Eso lleva a deducir a la perito que el asesino era diestro y, por el tamaño de las rasgaduras, concluye que usó un cuchillo con una hoja de dos centímetros de ancho. Algunos cortes eran más largos o iban en zigzag.

En la fase documental, el presidente de la sala rechazó la petición de la defensa de presentar al jurado una selección de las conversaciones «más interesantes» registradas en un cedé que contiene 30.000 folios con wasaps. La sala lo rehusó para garantizar la mayor objetividad.

El jurado se retirará a deliberar tras oír la última palabra del acusado

El jurado popular se retirará en la tarde de este miércoles a deliberar sobre la culpabilidad o inocencia del acusado César Adrio. Oirán primero los informes de las tres acusaciones y de la defensa y la última palabra del encausado, que se declara inocente. Deberán sopesar si fue él quien asesinó a Ana Enjamio el 16 de diciembre del 2016 cuando ella volvía de una cena navideña de su empresa, en la que también estuvo él. Justo unos meses antes, la joven ingeniera había logrado su primer trabajo fijo.

La madre contó la historia de su hija en el juicio. Se crio con sus padres en una granja de Boqueixón, cerca del Pico Sacro. Logró beca para ir a la Universidad en Vigo y se graduó en ingeniería industrial. Se especializó en la organización de la producción. Durante siete años estuvo arropada por su paisano y novio Samuel. En el 2015, cuando ella tenía 24 años, entró como becaria en una empresa de cableado de la automoción en O Porriño. Allí fue donde conoció a César Adrio, un supervisor 14 años mayor que ella, casado y con dos hijos. En los meses siguientes surgió un romance entre ambos que mantuvieron en la clandestinidad. Entre enero y febrero del 2016, él se separó y ella rompió con su novio y se fueron a convivir a un piso. Pero unos meses después, ella tuvo dudas. En agosto, Adrio no asumió la ruptura y, supuestamente, la acosó. La joven se mudó de piso dos veces para evitarlo y, en octubre, reinició su noviazgo con Samuel. Dos días antes del crimen, la exmujer de Adrio firmó los papeles del divorcio. Él se declara inocente.