El espectáculo navideño colapsa Vigo

e. v. pita VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Alcaldía sostiene que hubo 170.000 asistentes al encendido, que coincidió con el adelanto del Black Friday

24 nov 2019 . Actualizado a las 20:26 h.

«¡Esto es una locura, no se puede pasar!». Fue una de las frases más repetidas ayer. Vecinos de toda la comarca se acercaron a Vigo a ver el encendido más top de la Navidad, lo que generó por la tarde un gran colapso. Diversos acontecimientos coincidieron en la milla de oro, el triángulo entre la Porta do Sol, el Marco y el cruce de los bancos. El Concello calcula que en el entorno del centro acudieron a ver el espectáculo del alumbrado alrededor de 170.000 personas. Esa cifra incluye a los vecinos de los barrios más alejados donde también se encendieron las luces a la misma hora.

Y es que ya una hora antes de comenzar la iluminación calles como García Barbón estaban atestadas de público y apenas se podía andar. Caminaban hacia el centro. En Marqués de Valladares y Fermín Penzol, era dificil moverse porque estaban atestadas.

Por un lado, miles de personas se congregaron en torno a la Porta do Sol, que tiene capacidad para 13.000 espectadores, para disfrutar del juego de luces. Otras acudieron a las tiendas de Príncipe a ver las gangas del Black Friday, que adelantaron las rebajas, y por la que, a las 20.00 horas, era imposible dar un paso por la muchedumbre.

Las cafeterías y bares del entorno de Príncipe estaban atestadas de clientes. Algunos encargados retiraron las sillas y mesas de las terrazas para dejar paso libre a los miles de personas que acudían a ver el evento. El efecto multiplicador de dinero invertido que defiende Caballero parece que ayer funcionó.

A todo ello se sumó que hubo atascos por los desvíos del tráfico en el centro por los cortes en calles como Policarpo Sanz, lo que movilizó a decenas de policías locales. Eso hizo que, ya a media tarde, los autobuses de Vitrasa en dirección a Teis se desviasen por la calle Venezuela para evitar el centro, cortado al tráfico. Bajaron la Gran Vía por el carril reabierto hace días.

Los miles de curiosos que acudieron al centro se encontraron atrapados en un tapón en la calle del Príncipe. Esta vez, para evitar más multitudes, se distribuyeron pantallas gigantes por dicho tramo para que todos pudieran seguir en directo el espectáculo desde el interior del árbol navideño, donde también había representantes de Disney. Las pantallas fueron una buena solución porque la imagen y el sonido tenían calidad suficiente.

Al terminar, buses oruga como el C1 recogieron al público.