Gran ambiente de «princesas» en el preestreno de «Frozen II» en Vigo

e. V. Pita VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Más de cien niños siguieron esta primera proyección de las nuevas aventuras de Elsa

21 nov 2019 . Actualizado a las 12:49 h.

«Mira mamá, el alcalde se quedó hasta el final». No era un pleno municipal pero allí estaban sentados, en la cuarta fila del cine, el alcalde de Vigo, Abel Caballero, y varios concejales disfrutando de una noche mágica que rompe el hielo prenavideño. Asistían a uno de los primeros preestrenos de la película Frozen II en España. No vino el cantante Bisbal, artista representado con una canción final, pero sí estaba media corporación, algo que impresionó a más de 100 niños y 90 adultos invitados que ganaron un pase especial a la exclusiva proyección en Vigo a las 19.30 horas, dos días antes del estreno en España, y fueron los primeros gallegos en disfrutar de las aventuras de las hermanas Elsa y Anna.

La segunda parte de este éxito supertaquillero de Disney, que ganó los Oscar a Mejor Película de Animación y Mejor Canción Original, por Let it Go, no decepcionó pero, al tratarse de un argumento más oscuro, muchos niños salieron rascándose la cabeza buscando respuestas a lo que habían visto. En esencia, es un mensaje ecologista y feminista envuelto en un halo de magia. Pero, sin duda, quedaron aturdidos con los espectaculares efectos visuales que convirtieron un iceberg tenebroso en una discoteca de luces y sintieron la emoción de dos hermanas que se vuelven a reunir.

Al bajarse el telón y sonar las últimas notas de Bisbal, que canta Más Allá, varios padres llevaron a sus hijos a sacarse selfis con el alcalde. En las butacas sobresalían numerosas niñas disfrazadas de princesas mágicas del hielo mientras otras más pequeñas consultaban dudas sobre la película a sus madres, algunas de las cuales perdieron el hilo de la película para consultar a escondidas su WhatsApp en el móvil.

Este afortunado público fue elegido en un sorteo que les dio derecho, no solo a ver antes que nadie las aventuras de Kristoff, Olaf, Sven, Anna y Elsa sino también a coger gratis un paquete de palomitas y un refresco pequeño. Algunas progenitoras que no consiguieron entrada tuvieron que contentar a sus hijas con sacarse un selfi al grito de «Frozen, Frozen» delante de un cartel de la película a las puertas de la sala. Estaban a la espera de pescar algún asiento libre de última hora, que no hubo, pues el aforo quedó completo.

Al término de la sesión, en una sala de los cines Plaza Elíptica hubo medio minuto de aplausos y silbidos de aprobación. En las butacas, un par de amigas pequeñas jugaban a ser sus altezas Elsa y Anna. Pero, por los disfraces, está claro que la preferida de las espectadoras infantiles es Elsa, una heroína modélica con superpoderes mágicos que los usa para hacer el bien y que, además es reina, y viste trajes de fantasía. Su hermana, por contra, es una joven normal que debe usar su ingenio para deshacer entuertos.