Laxeiro, primer artista gallego vivo con museo

Jorge Lamas Dono
jorge lamas VIGO / LA VOZ

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El exalcalde de Vigo Manuel Soto entregó las llaves de la Casa Galega da Cultura en 1985 para abrir un centro dedicado a la obra del artista dezano, que prometió dar rienda suelta a su imaginación

19 nov 2019 . Actualizado a las 23:58 h.

Pintores, escultores, escritores, empresarios, amigos e incluso algunos candidatos a las elecciones autonómicas se dieron cita espontáneamente el 22 de noviembre de 1985 en la plaza de la Princesa de Vigo. Ese día, por la mañana, se inauguraba el primer museo dedicado en Galicia a un artista vivo. Era José Otero Abeledo. Laxeiro.

Se materializaba así el primer intento de reunir la obra del pintor de Lalín en un mismo local, la Casa Galega da Cultura, que entonces todavía no tenía ese nombre.

La banda municipal de música, que todavía existía en Vigo, interpretó varias piezas, mientras que el alcalde Manuel Soto y el pintor descubrían la placa que fue colocada en la puerta del museo. Ya dentro, en la sala en la que se exhibían alguno recuerdos personales del artista, el alcalde Manuel Soto se dirigió al pintor llamándole «bo e xeneroso». Añadía el regidor olívico que «inaugurar un museo coma este é o mellor servicio que se lle pode facer a un pobo». «Gracias, Laxeiro por unha obra, por un traballo que se traduce sen palabras, que aí está. E isto vai ser algo máis que unha exposición, vai ser un sitio rico, vivo, onde se fale, se comente, onde acudan as xentes da cultura, onde Laxeiro teña o primeiro e mellor estudio. Esta é a casa de Laxeiro e o Museo de Laxeiro, onde el vai ter as súas pinturas e os seus cabaletes para que poida pintar cando lle pete, que é o que el quere seguir a facer. Así que eu, como alcalde de Vigo, vou facer un acto inusual e insólito. Meu benquerido Laxeiro, aquí tes as chaves do teu museo», concluyó Soto.

El pintor, con las llaves en la mano, dijo que al oír lo que había hablado el alcalde de Vigo ya no tenía nada que decir. «Unicamente falarei das chaves. Con estas chaves xa sei o que vou facer, estas chaves abriranme as portas da imaxinación, e esa imaxinación ireina vertendo en máis debuxos, en máis cadros, serán momento meus que farán que teña que ser aumentado o museo, porque vou deixar aquí as mellores cousas», declaró Laxeiro. Afirmó que las dejará a un pueblo que quiere mucho, donde se pudo defender y sobrevivir gracias a los amigos, a su compañera Luisa, allí presente, a Lala, que se encuentra enferma «outra gran compañeira miña, outra grande amiga. Como vedes, eu son un home que me levo ben con todas as mulleres do mundo e ás que teño que estar moi agradecido porque sempre me axudaron».

A continuación, los asistentes recorrieron las distintas salas en las que había 49 obras de todas las épocas. En la sala principal había una vitrina con recuerdos del pintor en la que figuraban fotografías suyas y de su familia, algunos libros, un estuche de pinturas y un diploma expedido en el año 1924 por el Centro Gallego de Buenos Aires, en el que se le otorgaba la calificación de sobresaliente por un examen de dibujo. En el estudio aparecía un caballete considerado por él como histórico. Se lo compró, en Madrid por 10 pesetas al gran pintor Wifredo Lans, en el año 1939.

Para la invitación al acto, Laxeiro escribió una pequeña biografía en la que decía que «según ciertos papeles, nació, el 23 de febrero de 1908, en la parroquia de Donramiro, en Lalín». Añadía que había sido un niño alegre y miedoso. De su biografía poco más se sabe porque a partir de ahí empieza su gran fabulación. Preguntado sobre qué cualidades debía tener un buen pintor, afirmó: «Pintar bien».

Laxeiro falleció en 1996. Años antes, había donado su legado al Concello de Vigo, que no dio una solución definitiva a su ubicación hasta tiempo después. Hubo que esperar a febrero de 1999 para ver el nacimiento de la Fundación Laxeiro, que ya asumió el legado del pintor de una forma más amplia y seria. Una vez resueltos los problemas surgidos por la herencia del pintor, el gobierno municipal presidido por Manuel Pérez situó la sede de la Fundación Laxeiro en la tercera planta de la Casa das Artes.

Proteger, difundir y prestigiar la obra del artista fueron los objetivos iniciales de la institución. En su patronato están ampliamente representadas instituciones gallegas, como el Concello de Vigo, la Xunta de Galicia, la Diputación de Pontevedra, el Concello de Lalín, la Real Academia Gallega y la Universidad de Vigo, así como la familia del artista y diversas personalidades de relevancia en el mundo cultural y empresarial gallego.

En sus primeros años de vida, desde esta institución se puso freno a las falsificaciones y se emprendió a la ardua labor de catalogación de la inmensa obra del pintor. «Estamos tratando de poner orden en toda esa confusión que hay con su obra», decía entonces Javier Pérez Buján, director gerente de la Fundación Laxeiro.

Junto con una colección permanente de obras del artista, la sede de la fundación ha sabido mantener el horizonte de la creación contemporánea al acoger en sus salas exposiciones de artistas, especialmente, gallegos, con proyección de futuro.