«Necesitan mucho cariño porque son como niños»

Luis Carlos Llera Llorente
luis carlos llera VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Oscar Vázquez

La directora de la residencia El Rocío, Conchi Lorenzo, ve su trabajo «muy vocacional». «No todo el mundo vale», dice

27 oct 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El edificio de metal y cristal que se alza en la tranquila calle Vilagarcía es la única residencia de mayores en el populoso barrio de Coia. Se trata de la Residencia Geriátrica El Rocío. Su directora es Conchi Lorenzo (Vigo 1975). Sale al vestíbulo a recibir, para atender luego en un pequeño y sobrio despacho que es el puente de mando de una empresa muy humana, en la que el talante resulta fundamental para que todo vaya bien.

-¿Cómo empezó esta residencia relativamente reciente?

-Va a hacer cinco años que se puso en marcha. Teníamos la parroquia del Rocío, que tenía terrenos y cedieron el espacio a la Fundación San Rosendo para construir esta residencia.

-¿Cuántos residentes son?

-Setenta y cuatro.

-¿Cuántas mujeres y cuántos hombres viven aquí?

-Tenemos 55 mujeres y el resto son hombres. Hay muchas más mujeres porque, en general, viven más tiempo.

-¿Está llena?

-La lista de espera es interminable. Tenemos 170 personas esperando en estos momentos. Las llamadas de gente pidiendo plaza son continuas.

-¿Qué piensa de la situación de los mayores en Vigo?

-Faltan residencias, muchas. Se dan numerosísimos casos de familias que proceden de Ourense y los hijos están en Vigo. Cuando sus padres son muy mayores y no pueden valerse por sí mismos en el pueblo, se los traen para tenerlos cerca.

-La fundación tiene otros centros. ¿Se producen traslados hasta aquí?

-Sí, hay gente que está en nuestras residencias en Covelo o en A Cañiza y viene aquí porque los hijos se han establecido en la ciudad.

-Usted había trabajado como secretaria y en el comercio. ¿Por qué empezó a dedicarse a los mayores?

-Es un mundo que me atrajo. Empecé a trabajar en la residencia hace cinco años, aunque estoy ejerciendo la dirección desde hace unos meses sustituyendo a la titular que está de baja.

-¿Qué le aporta estar al frente de una residencia como esta?

-Muchos valores y conocimientos.

-Y usted, ¿qué les da a los residentes?

-Necesitan mucho cariño, son como niños. Los atiendo y tienes que estar en todo.

-¿Qué es lo más difícil en un cargo como el suyo?

-Asimilar las muertes. Lo más complicado es cuando fallece una persona con la que has compartido muchas horas. Es muy duro porque nosotros pasamos más tiempo aquí que con nuestras propias familias.

-Imagino que es fundamental tener un carácter fuerte, ¿no?

-Sí, tenemos que tener un carácter fuerte y mucha paciencia. No es nada fácil. Siempre les digo a las auxiliares que tengan mucha paciencia.

-No es un trabajo para todo el mundo...

-Es un trabajo vocacional total. Te tiene que gustar. Cuando viene alguien a trabajar pasa dos días de prueba, y no todo el mundo vale.

-¿Tienen su propia cocina?

-Sí, tenemos dos cocineras que son fantásticas.

-¿De cuánto personal disponen?

-Entre enfermeros y técnicos hay 39 personas. También disponemos de una médica que está disponible 24 horas.

-Las pensiones suelen ser bajas.

-Con las pensiones que hay es imposible pagar algunas residencias, pero hay cheques de ayudas.