Armadores de Vigo cifran en 85 millones el impacto que tendría una rebaja del 20 % de la merluza en Gran Sol

La Voz VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

M. Moralejo

Arvi cree que la incertidumbre del Brexit y la reducción de capturas que planea Bruselas tendría un gran impacto socieconómico

27 oct 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

La flota que captura merluza en aguas de Gran Sol no puede permitirse un recorte del 20 % en sus posibilidades de pesca. Y menos en este momento, con la incertidumbre del brexit que no acaba de resolverse y con la etapa de vacas flacas que le toca pasar a la economía comunitaria. Según los cálculos de la Cooperativa de Armadores de Vigo (Arvi), la rebaja del cupo que pretende la Comisión significaría una pérdida de 85 millones de euros, el impacto socioeconómico que tendría pasar de un TAC de 79.762 toneladas a las 63.325 que sugiere Bruselas para el 2020.

 También creen que el Ejecutivo comunitario ha sido cicatero con el incremento que propone para el gallo de la zona VII. Los científicos planteaban unas capturas entre 13.000 y 28.000 toneladas y Bruselas optó por algo más de 18.000, cuando «la abundancia de reclutas y de reproductores es alta» y la propuesta bien podría estar «entre las 22.000 y 25.000 toneladas», aseguró Edelmiro Ulloa, gerente de Arvi.

Precisamente esa falta de transparencia a la hora de decidir qué cantidad figurará al lado de cada especie es el reproche que hace el secretario xeral de Pescagalicia, Torcuato Teixeira, a la propuesta de la Comisión. «A ninguén lle gusta que se reduzan as cotas, pero o peor de todo é a incomprensión». Porque «o xurelo ou a pescada non están tan mal para unha baixada tan brusca» y «nin sequera os científicos acaban de entender esa proposta». De ahí que sostenga que la falta de transparencia en la toma de decisiones provoca que haga aguas la gobernanza pesquera y se pierda la credibilidad.

Ahí está el caso del jurel. Lo del stock de la VIIIc se esperaba, pero lo del recorte del 50 % para el de la IXa cuando había una recomendación científica sugiriendo una subida del 24 % es incomprensible. «No tiene sentido», apunta Ulloa, sobre todo cuando la idea de pasar la tijera al jurel del sur de Fisterra llega de un informe del Consejo Consultivo de Pelágicos «en el que no participan los representantes españoles ni portugueses», precisamente los afectados por esa rebaja. La decisión choca más, si cabe, cuando Bruselas asegura atender siempre primero las recomendaciones científicas.