Más rupturas sentimentales y más conflictivas en Vigo

E. V. PITA VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

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Desde enero hubo 623 disoluciones de matrimonios y parejas de hecho, un 1,7 % más de litigios y que, además, se han recrudecido

14 oct 2019 . Actualizado a las 12:06 h.

Las rupturas sentimentales han aumentado en Vigo un 2 % más respecto a hace un año. Los tres magistrados de familia han admitido a trámite 623 disoluciones en lo que va de año frente a las 612 del 2018. En concreto, los vigueses presentaron 454 demandas de divorcio o separación y otras 169 de disolución de parejas de hecho (more uxorio).

Lo curioso es que este tipo de litigios se han recrudecido porque ahora hay más exparejas que renuncian a pactar un acuerdo y lo pelean todo en los tribunales.

Por ejemplo, este año ha habido 236 parejas que terminaron mal avenidas y entablaron un litigio contencioso para repartirse la casa y el coche, en el caso de los excónyuges, y dirimir quién se queda la custodia de los niños y cómo se distribuyen los días de visita. El año pasado, a estas fechas, solo había 217, por lo que los pleitos contenciosos aumentaron un 8,7 % en doce meses.

La abogada Josefina Barros cree que el aumento de divorcios y de rupturas de parejas de hecho se produjo a partir del verano. «Desde junio se incrementaron un poco estas peticiones», dice Barros, lo que coincide con lo que reflejan las estadísticas. «Yo creo que sí que se incrementaron los contenciosos. La gente va a juicio más por lo de siempre. Si no hay hijos menores, por la vivienda y, si hay hijos, por la custodia», indica.

Por contra, disminuyen los pleitos amistosos. De 395 se redujeron a 387. Hay más parejas de hecho dispuestas a negociar pero muchos menos divorciados o separados que quieren pactar un acuerdo. Y cada vez acuden más divorciados a entablar litigios contenciosos para modificar las medidas de su convenio regulador de la pensión de alimentos o las visitas : de 163 se pasó a 181.

Oficina de mediación

Esta falta de acuerdo entre las exparejas en trámite de ruptura se produce meses después de que la oficina de mediación familiar haya reiniciado su servicio. Está dotada de psicólogos y abogados que ayudan a las partes en conflicto a cerrar buenos acuerdos extrajudiciales y ahorrarse interminables batallas legales.