Las escuchas policiales sitúan al narcoabogado en las reuniones para organizar el mayor alijo de heroína en 18 años

E. V. Pita VIGO

VIGO CIUDAD

M.MORALEJO

«El Curiña va a estar allí» o «Me estás estresando» son algunas de las frases que dieron pistas a los policías

18 sep 2019 . Actualizado a las 14:12 h.

Inspectores de la Udyco de la Policía Nacional han declarado hoy sobre la investigación que desarrollaron para desmantelar la banda que movió el mayor alijo de heroína en Galicia en 18 años, que se juzga esta semana en la Audiencia en Vigo. Los agentes tenían controlada la entrega, que se hizo en agosto del 2017 en una nave de Caldas de Reis.

Los agentes hicieron escuchas telefónicas y posicionamientos de GPS de los móviles de los sospechosos durante casi un año, incluida una visita en noviembre del 2016 al despacho del abogado de Vigo, al que apodaban el Curiña o Jacinto. Los policías dijeron en la tercera jornada del juicio en la Audiencia que consideran que el letrado es el máximo responsable de la banda y que era el que estaba dando grandes cantidades de dinero al cómplice colombiano. En una escucha oyeron: «El Curiña va a estar allí», en referencia a una reunión.

También siguieron la pista de un emisario de la banda a Ecuador y Colombia, donde pidieron la colaboración de las autoridades. 

«La organización gallega tenía problemas con la colombiana», dijo. 

En las vigilancias, detectaron al abogado y al enlace colombiano, que quería montar una escuela de aviación, en un bar de Vilanova de Arousa que estaba cerrado y a altas horas de la madrugada. «Para hablar de aviación civil no era», dijo un agente. Más tarde, los agentes descubrirán que los gallegos desconfían del enlace sudamericano porque creen que les está timando a los gallegos. 

En otra escucha, la banda intentaba organizar el alojamiento de la banda en Vigo y Santiago que iba a recoger el alijo de 58 kilos de heroína. Debido a la presión con los preparativos, un acusado dice a una colaboradora: «Me estás estresando».

También interceptan llamadas en las que los miembros de la banda se quejan de que no funciona bien la «caja». Los investigadores creen que es un ordenador donde recibían mensajes, y un teléfono encriptador que no sabían manejar.

En el puesto de escuchas, los agentes descubrieron que la banda traía un trailer lleno de droga y necesitaban una nave donde guardarla. «El matrimonio ya viene con los hijos», oyeron por teléfono en las escuchas.