Las defensas intentan anular las escuchas que motivaron la captura de la banda del mayor alijo de heroína

E. V. Pita VIGO

VIGO CIUDAD

M.Moralejo

Arranca el juicio contra los doce acusados de traer 60 kilos de heroína en camión a Caldas de Reis en el 2017

16 sep 2019 . Actualizado a las 20:03 h.

La Quinta Sección de la Audiencia de Pontevedra, con sede en Vigo, ha comenzado hoy un juicio contra doce acusados de haber traído el mayor alijo de heroína desde el 2001. El grupo estaría organizado por un narcoabogado de Vigo, Manuel E., aunque él lo niega todo.

El tribunal vino de Pontevedra y está dirigido por la magistrada Nélida Cid. Sustituye a la sala viguesa por estar contaminada. La acusación es representada por el fiscal antidrogas Pablo Varela.

Algunos abogados, al inicio del juicio, pidieron la nulidad de las actuaciones que se realizaron durante la investigación.

Los hechos se remontan al 2016, cuando unos camioneros búlgaros trajeron a una nave de Caldas de Reis un alijo de 60 kilos de heroína.  La Fiscalía antidrogas sospecha que la operación fue dirigida por el abogado de Vigo desde su despacho, donde recibía y daba instrucciones a sus subalternos de Arousa. La misma banda habría montado un transporte de cocaína desde Sudamérica pero fue frustrado porque los latinos les timaron.

Las defensas hablaron de la existencia de un confidente digno de todo crédito para la Policía y que reveló que en Vilanova había un narco, Juan Jesús V. P., que colaboraba con Manolo, el supuesto narcoabogado. Creen que esas acusaciones no tienen base para que la jueza dictase el auto de las escuchas telefónicas a la banda. Por eso, piden la anulación: «La investigación está viciada desde el número uno».

En el juicio interviene una intérprete de búlgaro para los camioneros que trajeron el alijo.

El presunto narcoabogado Manuel E.M. declaró ante el fiscal antidrogas que su supuesto lugarteniente arousano, Juan Jesús V.P.,  venía a visitarlo a su despacho de Vigo para consultarle unos temas legales de su esposa, por una reclamación de las cláusulas suelo de la hipoteca, y para que presentase un recurso para sacar a su cuñado de la cárcel. También para arreglar el reparto de una herencia.

Respecto al cómplice colombiano, el supuesto narcoabogado dijo que ese hombre tenía una empresa de aviones en Colombia y quería montar una escuela de pilotos en España y necesitaba un asesor jurídico. También le preguntó cómo traer a sus hijos a estudiar a Europa. El fiscal le replicó si tenía un expediente abierto por estas consultas jurídicas y el implicado le dijo que no. 

Respecto a otro cómplice apodado Sandra dijo que su pandilla le habían puesto ese seudónimo en plan de broma durante una noche de copas y le pedían a la tal Sandra que les trajese chicas guapas y jóvenes, sin que eso tenga nada que ver con el narcotráfico. Insistió en que eran conversaciones de bar que grabó la Policía y que carecen de la mayor importancia.