Encerrado en casa por insultar a su ex a través de Messenger, pese a que lo había bloqueado

e. v. pita VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

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Los mensajes denigraban a la víctima, a la que el acusado llamaba tarada

12 sep 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Sus mensajes enviados con una aplicación de Facebook eran como caballos de Troya. Usaba una apariencia inocua para colar su batería de mensajes injuriosos. Creaba una nueva identidad en la red social con nombres que nadie pudiese asociar a su domicilio o nombre en Vigo. Una jueza vio ayer el caso. Un acusado aceptó ayer una condena por usar perfiles falsos para enviarle a su expareja una serie de mensajes injuriantes a través de las redes sociales a pesar de que ella lo tenía bloqueado en su grupo de amigos en Facebook. La vista se celebró en el Juzgado de lo Penal número 3 de Vigo.

Los hechos se remontan al período entre el 11 de julio y el 28 de diciembre del 2016. El implicado envió a la víctima mensajes a través de la aplicación Messenger a través de una serie de perfiles, guiado por el ánimo de menoscabar la dignidad de su expareja. Los mensajes incluían expresiones insultantes hacia la víctima en la que despreciaba su inteligencia y salud mental, pues la llamaba «tarada» y, además, le exigía de malos modos que le contestase los mensajes.

La condena fue por un delito leve continuado de vejaciones e injurias, según el artículo 173.4 del Código Penal. El implicado, en la sala de vistas, aceptó cumplir 30 días de localización permanente (reclusión en su domicilio) y el alejamiento de la víctima durante seis meses.

El implicado iba creando diferentes perfiles con distintas personalidades para ponerse en contacto con la denunciante cuando ella lo tenía bloqueado. Usaba distintos seudónimos, como nombres ingleses de películas, con el fin de sortear el bloqueo de la aplicación y poder chatear. Así podía verter sus injurias.

La Fiscalía seguía este caso desde hace tiempo pero solo pudo probar como delito estos hechos que ayer se ventilaron. Sospechaban que el implicado había usado en la misma época o incluso antes dicha aplicación y sus perfiles falsos para coaccionar o acosar a la expareja pero, en este caso, no había suficientes evidencias de que hubiese una notoria persistencia en su conducta. Además, el hecho de que la víctima contestase a su exnovio en el chat de forma airada y devolviéndole los insultos llevó a la Fiscalía a descartar una actuación penal y proponer el sobreseimiento libre del sospechoso. Consideraba que ambos utilizaban un lenguaje agresivo de forma consentida. Otras frases que podían ser amenazantes eran ambiguas y la víctima tampoco las entendía como intimidantes.

Sin embargo, en junio, el Ministerio Fiscal halló pruebas suficientes para presentar a juicio un puñado de mensajes vejatorios en los que sí se podía probar el delito. Así, la acusación logró que el implicado se declarase culpable a cambio de obtener una rebaja de la condena, con lo que se cerró el caso.