Posteriormente, en La isla misteriosa, donde se desvela la identidad de Nemo, Hetzel le cambia el final a Verne. Así termina la novela con la muerte de Nemo: «Una última llama brilló en estas pupilas que tantas llamas habían lanzado en tiempos pasados. Y murmurando estas palabras: «Dios y patria», expiró dulcemente».
Pues bien: esto no era en absoluto lo que había escrito Verne. En el manuscrito original, que hemos podido ver en los archivos de la Mediatheque de Nantes, el capitán Nemo exclama: «¡Independencia!». Pero aquello le sonó muy revolucionario a Hetzel, que lo cambió por su cuenta por el inverosímil «Dios y patria». Una falta de respeto hacia un héroe libertador, que no solo financiaba la independencia de Creta con el dinero de los galeones de Vigo, sino que en la biblioteca del Nautilus tenía los retratos de Kosciusko, Botzaris, O’Connel y Marin, héroes por la independencia de Polo nia, Grecia, Irlanda e Italia, respectivamente.